Lo he visto en una serie-culebrón de las tardes catalanas, en el libro de una autora sueca que me estoy leyendo, en la calle... el "look Lisbeth": pelo corto negro estilo punk, piercings varios, ropa oscura, maquillaje que endurece los rasgos, delgadez... todo ello acompañado de traumas y personalidad, digamos, "diferente"... Un look que algunos podríamos pensar que ya está un poco pasado de moda, porque la trilogía de Stieg Larsson no está en su pleno apogeo (gracias a Christan Grey?)...
Pensar en esto me ha hecho recordar el "look Kate Moss" tan de moda en los 90: extrema delgadez, rostro demacrado... un look que 10 años atrás sólo habría hecho pensar en una heroinómana con sida...
Pero no hay nada como que el misógino de turno se proponga un look que le llene los bolsillos, amparándose en una marca de moda y de lujo, para hacer caer a miles de mujeres en un trastorno de la alimentación que puede acabar en muerte... o que un misógino "nutricionista" se llene los bolsillos con una dieta que al cabo de unos meses pasará factura, a veces con secuelas irreversibles...
Y no es que las mujeres seamos tontas (hablo en femenino porque estos ataques van mayoritariamente a las mujeres), pero a veces la presión es tanta que sólo con la experiencia o la madurez podemos estar por encima de todo este negocio (porque es lo que es).