En la primavera de 2003, los EEUU lideran una coalición militar, no vinculada a ningún organismo legitimado, que se dispone a invadir militarmente Irak en aplicación de la doctrina de la guerra preventiva implementada a raíz de los atentados del 11/S. George W. Bush había declarado recientemente que los EEUU no vacilarían en atacar militarmente a los más oscuros rincones del mundo; especialmente aquellos que conformaban el denominado “eje del mal”, que por aquel entonces integraban Irán, Corea del Norte y Cuba. Con este ruido de fondo comienzan a sucederse en la isla cubana una ola de secuestros de barcos y aviones con los que algunos ciudadanos cubanos buscan emigrar a EEUU, atraídos por la posibilidad de obtener la residencia amparándose en la ley de ajuste cubana.
Uno de estos secuestros es abortado y en un juicio sumario son condenados a muerte tres secuestradores y posteriormente ejecutados. Estos acontecimientos constituyen un punto de inflexión para la imagen de la Revolución cubana ante el mundo y dan lugar a que numerosos intelectuales y diversos gobiernos reaviven sus condenas al gobierno revolucionario de la Habana. Ante todo ello, el cineasta Oliver Stone decide regresar a Cuba con el fin de obtener respuestas y profundizar en la realidad política de la isla.
En este documental pueden verse entre otras cosas una curiosa “charla” conjunta entre Fidel Castro, Oliver Stone y un grupo de condenados por uno de aquellos secuestros.