Hola mi nombre es Lorena una adolescente de 18 años, criada en una familia de clase media alta, desde que papá nos abandono a mi y a la puta de mi madre, las cosas están realmente mal.
Entiendo a mi padre que haya huido sin dejar rastros después de sorprender a mama, encamada con un socio de su empresa.
Lo que no cierra es por que yo también tengo que pagar los platos rotos en todo este rollo.
Lejos quedaron los tiempos en que disfrutaba de las comodidades del lujoso apartamento, en el coqueto barrio de Recoleta, donde me codeaba con los personajes mas adinerados de Buenos Aires.
Incluso mi novio casi ni me llama, desde que tuvimos que mudarnos para este hotelucho de mala muerte, una sola habitación destinada a compartir con mi madre, realmente bochornoso, el baño con jacuzzi ahora era apenas un bañito donde difícilmente podía una hacer sus necesidades, paredes gastadas por los años, hacia mas desolador el panorama.
No sabia cuanto tiempo mas podría aguantar vivir en este conventillo, rodeada de gente de tercera categoría, que nunca podrían estar a la altura de la cultura y los modales que junto con mi ropa es lo único que pude conservar de mi anterior forma de vida.
No me resignaba a la idea de vivir así por siempre, casi ni salía a la calle, desde el quinto piso en que vivíamos, mas que seguro que tendría que usar las escaleras, porque el ascensor siempre estaba descompuesto, el paso obligado hacia fuera era un boliche donde el portero del hotel, servia café y vino barato, a los hombres del barrio.
Mi madre dedicaba horas y horas durmiendo, como queriendo evitar la culpa, de vivir de esta manera, si al menos yo pudiera escapar de la realidad durmiendo, por el contrario me costaba dormir, donde los días de verano, envolvían la habitación de un calor insoportable.
Nada podía hacer, sin un centavo en mis bolsillos, lo único que mataba mi aburrimiento era cambiarme continuamente de ropa, y salir a la calle, para que la gentuza de aquí me mire, con cara de sorpresa y curiosidad, de seguro se preguntaban que hacia alguien de mi clase y con ropa tan fina, por estos suburbios.
El efecto que causaba era devastador, un día salí vestida con una falda a medio muslo, muy fina para soportar mejor el calor de esa tarde, el atuendo se me pegaba al cuerpo, de la misma transpiración, y humedad, pude sentir como la tela se adhería a mis caderas que dejaban ver a través de la transparencia una diminuta tanga, que se perdía en mis nalgas.
También mis pechos adolescentes y bien formados, aprisionados por el vestido resaltaban unos pezones parados y duros, unas sandalias con taco completaba mi sencillo pero sexy atuendo.
Los hombres que de seguro a esa hora estarían reunidos en el café de abajo, quedarían con la boca abierta al ver mi esbelta figura.
Y efectivamente al pasar al lado de ellos moviendo mis caderas de la manera mas sensual que pude, hizo enmudecer el local, todos quedaron mirándome, sorprendidos.
El sepulcral silencio de repente fue interrumpido por un comentario muy atrevido, que no estaba acostumbrada a escuchar.
_Buenas tetas señorita, y que hermoso culo que tiene.
Me di vuelta para reprochar lo que dijeron, cuando desde el mostrador el portero, un tipo tan viejo como el hotel mismo, me dijo sin apartar la mirada de mi culo.
_Déjame lamer tu coño PUTA...
_Sos una calientapollas verdad pendeja? Dijo otro desde un rincón.
Mi cara roja de cólera, hizo estallar en mi los insultos mas despectivos hacia ellos.
_Malditos desgraciados, no se dan cuenta que me causan lastima, son una manga de fracasados, a la legua una se da cuenta que son todos obreros, canillitas, empleaduchos de oficina con magro sueldo.!!!
Dense cuenta que nunca podrán tener a alguien como yo.!!!!
Dichos comentarios calaron hondo a los oídos de los parroquianos, puesto que de nuevo el silencio se apodero del boliche, aprovechando el momento Lorena salió presurosa del lugar con una sonrisa de satisfacción, de haber vengado a través de insultos, los piropos de grueso calibre al que había sido expuesta.
Esa tarde me fui a mi habitación alegre de haber causado tanto alboroto, y de lograr herir los sentimientos de aquellas personas, además daban vuelta en mi cabeza la voz ronca del portero "déjame lamer tu coño puta", sentí un escalofrió recorrer mi espalda, me sentí asustada, ultrajada pero por sobre todo caliente.
Nunca me habían tratado así, me gusto sentirme de esa manera, sucia, provocativa, una calienta pijas, todo una puta.
Me dormí esa noche pensando en los instantes que viví esa tarde tratando de recordar todas las palabras que allí se dijeron, y la expresión de aquellos rostros ásperos, y toscos, sumamente excitados por mi presencia.
A la mañana siguiente otra vez desperté con la triste realidad golpeando mi cara, deseaba que todo sea una pesadilla, y volver a despertar en la suntuosa cama, al que ya estaba acostumbrada. El sol que entraba por la ventana anticipaba una jornada mas de sofocante calor.
Por suerte solo tuve que subir un piso por las escaleras para llegar allí, el panorama era realmente desolador, todo viejo y descuidado, pero ya estaba decidida, y el sol pegaba con todo a esos momentos.
Elegí un espacio donde no hubiera tanta mugre, acomode mis cosas y sentí el ruido de la puerta cerrarse, maldición parece que alguien también subió, no podría broncearme tranquila esa tarde. Mire hacia la puerta, para saber quien era el causante de frustrar mis intenciones, y quede helada.
Era el portero que colocaba un candado en la salida, y me sonreía con oscuras intenciones.
_Oiga viejo miserable, que no saben respetar la intimidad por estos lados? Que ni siquiera un poco de sol puede una disfrutarlo?
_Pero niña!! Desde cuando la terraza es propiedad privada?
Lorena sabe conseguir lo que quiere pero en este caso la situación no le favorecía.
Sola con un viejo pervertido en una azotea donde nadie acudiría en su ayuda.
Teniendo en cuenta el cuerpo que tenia esta pendeja, y lo bien que movía el culo cuando caminaba como incitando a tocárselo, el pan dulce de esta chica despertaba el deseo de todo hombre, con esa redondez perfecta, de su cola y sus piernas bien formadas, hacían que esta lolita hiciera perder la cabeza a mas de uno, el portero no era la excepción.
La única duda que te pueda quedar es si el viejo se banca satisfacer a tremendo hembron, desde que llego a este edificio hace tres meses no paro de provocar erecciones a su paso.
Esta zorra esta para matarla a pingazos, y la mirada de niña inocente hacia mas prohibida la cosa.
El portero se abalanzo sobre ella como un animal a su presa, sujeto su cadera firmemente, y con la otra mano, apretó el tan preciado culo.
_Suelte!! Pero que hace!! Viejo asqueroso!!
_Podrás gritar todo lo que quieras pero aquí arriba nadie te escuchara.
Trate de escaparme y quede de espalda a el que no paraba de manosear mi cuerpo.
Note la dureza de su polla a través de sus pantalones, que se apretaba contra mi culo, mientras sus dedos ágiles se deslizaban dentro de mi tanga.
Me quede sin respiración, poco podía hacer para detenerlo, siempre disfrute que admiraran mi cuerpo, pero llegar a esto nunca me lo imagine, es mas de haberlo imaginado me hubiera dado un asco horroroso.
El hombre tenía el dedo en la puerta de mi rajita que ya estaba comenzando a palpitar, le pregunté con un susurro por qué lo hacía y por toda respuesta encontré que me metía el dedo un poquitín mas, yo, en vez de quitarme que es lo que mi cabeza me dictaba, abrí un poco las piernas, con reflejos propios de quien disfruta de lo que les estaban haciendo.
Pasaba el dedo a lo largo y ancho de mi cochita propiciándome un largo y profundo placer, conteniendo el jadeo, no sea que me escuche y se de cuenta que me estaba gustando aquello, por dentro me moría de vergüenza.
Con la mano que le quedaba libre, y, al ver que yo no me quitaba, me tocaba una teta por fuera del bikini primero y metiendo la mano después, moviéndolas en forma circular alcanzo a pellizcármelas cosa que me causo un escalofrió recorrer mi cuerpo.
Estaba cediendo a los caprichos de aquel vejete asqueroso, de lo peor, me estaba metiendo un dedo en el coño descaradamente al tiempo que me pellizcaba una teta y notaba un bulto cada vez más gordo en mi culo y de pronto, me solté, y quede mirándolo con la respiración entrecortada de la excitación.
_Pagaras caro lo que me hiciste mal nacido, como se le ocurre podría ser su nieta!!
_Pero si todavía no te hice nada, tontita, lo que te espera va a ser mejor, vas a saber lo que es gozar con un viejo como yo.
Además es hora que te enteres que a partir de hoy eres empleada mía, ya hable con tu madre, y esta completamente de acuerdo en ello.
Mis ojos se abrieron como nunca, y no encontraba una respuesta acorde a las circunstancias.
_Pero usted no tiene derecho...
_Si que los tengo, además ya me serví a tu madre en estos meses, ahora te toca a vos que estas mucho mejor.
Vamos piénsalo bien si no fuera por mi estarían viviendo bajo las autopistas, en forma indigente, y allí si que serias presa fácil de los pervertidos, mientras se porten bien conmigo siempre tendrán aquí un techo para cobijarlas.
No podía creer lo que había escuchado, de un instante a otro pase de odiar el lugar donde estaba viviendo, a ser una privilegiada de vivir en el.
Estaba sumergida en miles de pensamientos cuando nuevamente el viejo se abalanzo contra mi. Me miraba con ojos ahuevados, y con cara de salido.
_Además hace semanas que tu novio no viene a verte, seguramente estarás necesitada de sexo verdad niña?
Me apoyo contra una de las paredes, me metió su lengua en la boca y habría vomitado si no hubiese sentido otra vez aquellos ágiles dedos trasteándome mi conejito palpitante, en vez de eso, jadeaba en su boca como una puta cualquiera y me entregaba a aquella sucia caricia que a mí me sabía a gloria.
Cerré los ojos para entregarme a sus manoseos, su boca busco mis pechos y succiono fuertemente sin dejar de jugar con su lengua alrededor de mis pezones, que se habían puesto durísimos, estuvo un rato masajeándome los apretaba, los movía en círculos, los juntaba y los separaba.
Podría haber gritado pero se me hacia difícil hacerlo, de mi boca solo salían gemidos, pataleaba y trataba de zafarme en un intento de demostrarle que no quería aquello, pero a quien engañaba en realidad estaba disfrutando, mi novio nunca fue tan fogoso conmigo.
Con un rápido movimiento, el viejo la agarro por la cintura y la atrajo hacia el. Sus cuerpos estaban pegados, y Lorena se movía respondiendo a las caricias de el, no pudo evitar recostar sus pechos contra la cara del viejo. Sintió su lengua recorrerlos, succionarlos, mamarlos salvajemente. Chupaba las tetas de la joven asquerosamente, sentía la respiración del viejo en su pecho, la saliva que la embardunaba.
-¿vez como te gusta nena?...tenes los pezones duritos, duritos...- Le dijo el viejo mientras pasaba su lengua por uno de ellos, para después mamarle el pecho violentamente.
Beso mi ombligo y se dirigió entre mis piernas, me acorde lo que me dijo el día anterior, déjame lamer tu coño puta!! Se lo estaba concediendo gustosa.
Comenzó a explorarlo muy despacio, reconociendo con la punta de los dedos cada pliegue, cada arruguita, cada tejido. Cada movimiento significaba un disfrute distinto para mi, posteriormente el viejo había colocado su cabeza entre mis piernas y pasaba su lengua por mi conchita, que placer inmenso, no podía evitar los gemidos, la lengua se movía rápidamente y la penetraba sin pudor. Ella tuvo que cerrar fuertemente los ojos para disimular las contracciones que le provocaban el primer orgasmo de esa tarde.
_!mmmmmm! había metido un dedo en mi concha, meciéndolo y sacándolo a la vez que también la chupaba, no podía hacer nada ante los sobos que me estaba propinando.
Cuando Lorena abrió los ojos se dio cuenta que el portero tenia el pene ya fuera del pantalón, y cuando lo vio, quedo sorprendida: era enorme, largo y grueso, con las venas palpitando. Mientras el viejo seguía chupando la raja, la pendeja no dejaba de mirar como el se masturbaba, pero la lengua y el dedo del tipo no daban lugar a la reflexión.
Este hombre si que sabe lo que hace me dije, me tenia completamente entregada a sus caricias.
Con una mano agarre su pene que estaba durísimo, y era suave y gigante a la vez.
Sin que el me diga nada mi boca busco su miembro, a pesar que era un anciano horrible, tenia una pija hermosa mis deseos de chupar aquello eran incontrolables. Realmente ni yo misma me reconocía en esos momentos, tenia frente a mi cara la verga de aquel hombre casi un desconocido, y sin que me lo pidiera metí su pene grande y palpitando de excitación, en mi boca que estaba hambrienta de aquella carne, mis labios atraparon su glande grande y rojo como una ciruela, mientras mi lengua lo recorría limpiando sus jugos preseminales.
Con un movimiento el viejo metió su aparato casi en su totalidad, sentir su glande llegar hasta mi garganta me produjo arcadas, pero como podría resistirme si realmente lo deseaba, no daba abasto con tanta carne en la boca, me costaba respirar, me dolían las mandíbulas porque tenia que abrir al máximo mi boca ahora repleta por su miembro.
_Chupa putita, chúpamela, con esa carita de chupa vergas me volves loco...- me decía.
Como una niña obediente repase su miembro con la lengua. Recorría de la base de su gruesa verga hasta su húmedo glande, ; me gustaba, el sabor a calentura de viejo me gustaba, bañe su mástil con saliva y sus testículos también, que me sumergiera entre su vello para alcanzar sus testículos con mi lengua le encantaba, podía sentirlo en los apretones o palmadas en mi cola.
Cuando atrape su glande con mis labios cada una de sus manos apretó la respectiva nalga que tenia atrapada, mientras mis labios la recorrían de arriba hasta donde alcanzara a entrar en mi boca, mi mano apretaba y masturbaba lo que quedaba fuera de está; mi lengua jugueteaba sin descanso.
_ahhh!! Me gustaría ver al cornudo de tu novio, mirar como su chica disfruta chupandomela. Mmmm lo haces tan bien. Ahhhh eso Lorena comete tu dulce, reverenda puta─decía sabiendo que yo me calentaba mas con sus insultos.
Sabia que estaba haciendo un buen trabajo, así que empecé a chuparle los huevos introduciendo un testículo a la vez en mi boca y pasándole la lengua mientras sobaba su miembro.
En lo único que pensaba en esos momentos era en ser penetrada, por esa deliciosa pija.Lo mire a los ojos sin dejar de chupar, puse mi mejor cara de inocente, no hacían faltas palabras el entendió a la perfección que era lo que yo quería en esos momentos.
Aparto su delicioso aparato de mi. . Puso su mano sobre mi húmeda vagina y la acaricio impregnando mi escaso vello con mis propios flujos.
─Estas toda mojada puta...como perra en celo─dijo mientras ponía la punta de su verga sobre mis labios vaginales.
_Estas loca por que te la metan la muy guarra...lo veo en tu mirada de niña puta, estas implorando que te clave.
Me volví a mirarlo, nuestras miradas se encontraron, su sonrisa perversa me hacia sentir dominada y descontroladamente caliente.
_Siii quiero sentir su verga dentro mío, clávamela por favor, quiero sentir que abusa de mi.... , complázcame y seré suya para siempre.....para que desahogue su placer en mi cuerpo....por favor calme mi calentura─ dije mirándolo a los ojos en forma suplicante, mientras yo misma acariciaba mi culo a la vez que lo meneaba como sabia que a él le gustaba.
Dirigió su polla a la entrada de mi coño, mientras rozaba su glande en la entrada de mi vagina. Mientras yo me acariciaba los pechos, me tomo de las caderas, y de una sola embestida me lo clavo completo. Su gruesa verga se abrió paso en mi interior como un taladro. Me saco un grito desgarrador, el dolor y el placer se mezclaban de forma exquisita entre mis piernas.
Se quedo alli un momento, con toda su carne dentro de mí; nunca había sentido nada tan adentro, y luego despacio la saco toda de mi coño para volvérmela a meter de golpe y de nuevo la sacaba lentamente para volverme a penetrar con fuerza, empezó el violento mete y saca, me tenia agarrada de las caderas y me empujaba hacia él con la misma fuerza que me estaba clavando.
_y apenas estoy empezando mi niña, ¡que rico es culiarte!!..., tenes una conchita muy caliente ahhhhggg.
Sus envestidas rápidas y profundas me hicieron perder la cordura estaba tan caliente tan entregada a aquel hombre que no tenia forma de agradecerle el placer que me estaba dando. Se me ocurrió cambiar de posición no valla a ser que se me canse el viejo, decidí ir yo arriba.
_Déjeme montarlo, déjeme demostrarle mi agradecimiento por ayudarnos a mi madre y a mi. No se va a arrepentir se cabalgar muy bien.
Se sento en una vieja silla que alli habia, tome con mis manos su pene y me lo coloque en la puerta de mi lubricada concha, en un segundo su garrote llegaba a lo mas profundo de mi ser.
Me sentí dueña de la situación, ahora era yo la que dominaba los movimientos, mis caderas se movían en forma circular, entraba y salía, subía y bajaba, el no se quedaba atrás, mis senos quedaron a su entera disposición, los apretó, los amasó, los chupó, en fin hizo con ellos lo que quiso, mientras me seguía dando de una forma brutal si así le puedo llamar.
Hacíamos un dúo increíble en el arte de coger, nos movíamos a un ritmo infernal y a su vez coordinado, prácticamente era yo la que me lo estaba cogiendo, me estaba esmerando en ello el placer que le estaba brindando era el resultado.
_Eso niña....comételo....muéstrame que te gusta.....muéstrame que te encanta que te la metan en forma violenta─decía el vejete mientras acariciaba mi espalda.─Ahora mas rápido....¡mas rápido te dije¡─Volvió a azotar mis pompis con sus arrugadas manos. Mientras sus dedos no se cansaban de meterse en mi culo!!!
Mis gemidos podrían oírse hasta los edificios del frente, realmente esa tarde estaba recibiendo una soberana cogida, me puse a dar brinquitos sobre su pija, me lo devoraba completamente, mire su rostro desorbitado de placer, si esto no era coger, que me lleve el diablo.
Acelere mis movimientos a un ritmo que ahora el ya no podía seguir, estaba incontrolable, realmente caliente por aquella verga. Mi segundo orgasmo no lo pude evitar, metí mis dedos en la boca para ahogar un poco mis gemidos, me estaba corriendo sobre el, me movía con tanto ímpetu que en un momento deje escapar su polla de mi concha, entonces me aparte de el.
Lo mire desde un costado sonriéndole esperando su reacción, a ver que tenia en mente para hacerme, con dos orgamos tenia suficiente pero sentía la necesidad que me sorprenda con algo.
_Tenes una cola fantástica, y hace algún tiempo lo estas mostrando descaradamente, realmente deseo metertela por allí, vas a ver que te va a gustar, o a caso nunca lo hiciste por allí???
Sin dejar de sonreírle le respondí queriendo recuperar mi dignidad, negando que tenga la cola hecha, pero sabia que no podría evitar cumplir sus deseos.
_Acepto lo que sea pero sin llegar a la cola...dije con la mirada aniñada de una turra que miente jugando. _Es que apenas tengo 18 y recién empiezo, dije sin convicción.
_Pero a quien quieres engañar niña!!!de la forma que mueves el culo al caminar, en seguida me doy cuenta que te encanta que te metan pijas por allí. Desde un principio nadie creyó que eras una santa!!!
_Bueno entonces tampoco te creas esta... Dije admitiendo que mi cola tiene un transito tal que tendrían que hacerla peatonal.
Mis comentarios lo volvieron descontroladamente excitado, me empujo contra la pared, y apoyo su bulto en mi trasero, pude sentir sobre mis nalgas su excitación, una palpitante excitación.
Incluso empecé a rozar mi culo contra el, con mis nalgas trataba lenta y suavemente de atrapar ese miembro palpitante; era un movimiento sutil pero estoy segura que lo sentía. Era obvio que lo sentía, porque empezó a puntearme con más fuerza. Estaba haciendo realidad los sucios deseos de aquel viejo, en minutos podría meter su pija en mi apretado culito.
_Puedes sentir como mi pija desea tu culo? Abre los cachetes para meterme por alli, que banquete tan inesperado voy a darme…
Mi culo está completamente dilatado por sus caricias y lametones. Estoy tan excitada que mi vagina parece a punto de explotar de tan hinchada y húmeda que se encuentra. Gotas de sudor descienden por todo mi cuerpo y siento que el momento de la penetración se aproxima pero el se detiene y se separa un poco de mi cuerpo… que espera? me pregunto… y pego mi trasero a su verga para frotarme contra ella.
Arquee mi espalda para sacar mas cola, y me coloco en posición de recibir su verga curva dentro de mi. Esta vez los preliminares han sido mas largos y mi culo esta tan dilatado que sé que no habrá problema. Su falo esta totalmente lubricado por mis jugos después de haberle acabado encima.
La escena es realmente para levantarse y aplaudir de pie claro que si la tenes a esta pendeja al lado, viendo la manera como se agarra esa cola separando los cantos para que la vacunes, no vas a perder el tiempo aplaudiéndola, sino que le perforarías la escarapela de cuero, hasta que grite viva la patria!!! Mientras le llenas el cabildo. Trato de mantener la calma para no interferir en el relato, pero la sensualidad de Lorena me saca, es para agarrarla de los pelos, estrilarla contra la pared, con toda la violencia que merece su putez, y darle bomba como se corresponde, perdonen mi excitación, ahora si los dejo con los momentos eróticos que existe entre Lorena, el vejete y ustedes los lectores.
Comienza a introducir la punta poco a poco y luego el resto. Siento como su cabezota se abre paso por entre mis nalgas, no tuvo mucha dificultad en meterse hasta lo mas profundo, todo da vueltas y quedo apoyada contra la pared. Estoy empalada completamente, sin chances ya de echarme atrás.
Empiezo a gemir y poco a poco me voy acostumbrando a este intruso tan deseado dentro mío, hasta el punto que yo misma comienzo a moverme hacia delante y atrás pegando mis nalgas contra la parte baja de su abdomen. Siento sus bolas chocar contra mi vagina.
Me apoyo en mis manos nuevamente para darle mas firmeza a mis movimientos, moviendo mis caderas en círculos y de vez en cuando acariciando sus testículos para agradecerle por todo lo que me está haciendo gozar.
_aaaahhh bien asi siga aahhh usted si que sabe mover esa pija mmmmm vamos viejo desgraciado, hágame gozar como una perra!!!
Me estaba taladrando el culo y mis comentarios hacían que sus culeadas sean mas violentas. Hubiera querido que esto dure para siempre, pero de la forma que gemía, anunciaba que estaba a punto de correrse.
Supliqué en silencio por sentirlo unos segundos mas y como a buen cogedor de putas como era, apretó aún mas sus caderas pegándose mas a mi sin dejar de moverse hasta hacerme estallar.
Quedamos pegados un buen rato hasta sentir que su miembro se volvía flácido, entonces se retiro de mi, sin poder disimular su cansancio, y era lógico a su edad y coger de la manera que lo hizo merece un reconocimiento mundial.
Se sentó a un costado y me ordeno, recordándome que desde hoy era yo su empleada.
_Vamos Lorena no se me duerma en los laureles, que abajo hay mucho por hacer, en media hora abro la cantina y quiero todo limpio....
Ofuscada me vestí y salí presurosa de aquel lugar, pero me sentía realmente feliz, camine hacia las escaleras me di cuenta que el candado que estaba en la puerta no estaba cerrado, y me reí para mis adentros, si hubiera tenido la oportunidad de escapar de aquel viejo lo hubiera echo? La respuesta se la dejo a ustedes, unas gotas de semen recorrían mis piernas, de pasada tendría que lavarme un poco, después si limpiar la cantina pero tendría que ponerme atuendo adecuado para la ocasión, unas calzas bien ajustadas de seguro me quedarían muy cómodas y de paso podría arrancar entre los parroquianos mas de un suspiro.
Le estoy completamente agradecida a este tipo, que por cierto nunca le pregunte el nombre. Me hizo olvidar de sentirme un ser superior, inalcanzable, una Lorena altanera, de las que se miran y no se tocan, conmigo tendrán de ahora en adelante una mina a la que le gusta la pija sin vueltas, porque como buena chica de barrio sabe que mientras siempre recibas cogidas de calidad, como la de esa tarde, vas a vivir siempre feliz y contenta.
Y allí estaba Lorena, esforzándose en lo que mejor hacia, complaciendo a los clientes del café en todos los sentidos que a ustedes podrían ocurrírseles, pilluelos.