1. Toallas sanitarias
Un material llamado ‘celucotton’ ya había sido inventado por la pequeña empresa estadounidense Kimberly-Clark (C-K) antes de que la guerra estallara.Por eso se lo llevaron de vuelta a Estados Unidos para comercializarlo.El responsable de investigaciones de esa firma, Ernst Mahler, y su vicepresidente, James C. Kimberly, habían hecho un recorrido por las plantas de pasta de papel en Alemania, Austria y Escandinavia en 1914. Allí descubrieron un material cinco veces más absorbente que el algodón y que, producido en grandes cantidades, se podía fabricar por la mitad de precio.Cuando Estados Unidos entró en la guerra en 1917 comenzaron a producir el forro de algodón para la vestimenta de los profesionales sanitarios, a un ritmo de unos 150 metros por minuto.Pero las enfermeras de la Cruz Roja en el campo de batalla se dieron cuenta de que ese material tenía otro posible uso durante su menstruación.Este uso no oficial fue lo que, finalmente, forjó la fortuna de aquella compañía.En 1920 nacieron en Winsconsin las toallas sanitarias."El final de la guerra en 1918 trajo como consecuencia una suspensión temporal del negocio de algodón de K-C porque sus principales clientes –el ejército y la Cruz Roja- ya no necesitaban sus productos", asegura la compañía, que aún existe.Por eso recompró el excedente al ejército para crear un nuevo mercado."Después de dos años de estudio intensivo, experimentos y pruebas de mercado, el equipo K-C creó una toallita sanitaria hecha de ‘celucotton’ y gasas finas."En 1920 dentro de una pequeña estructura de madera en la ciudad de Neenah, Wisconsin, las empleadas de la empresa comenzaron a producir las toallas sanitarias a mano", según informa hoy la empresa.El nuevo producto, llamado Kotex (la abreviatura de "cotton texture", textura de algodón en inglés), se vendió por primera vez al público en octubre de 1920, menos de dos años después del armisticio.