Luigi's Mansion 2: Dark Moon
Qué poquito me gusta Luigi, y que poquito me gusta el rollo ese de "El año de Luigi" que se ha inventado Nintendo. Si tienes que tirar del hermano mongolo de Mario para vender algo, es que la cosa va realmente mal, y, a pesar de todo eso, el retorno a la mansión de Luigi entra en el top 10 porque es un juego muy majo.
Fifa 14
Se que está muy feo y muy mal visto eso de hablar de juegos de fútbol, que hay que decir que son todos iguales y que el fútbol es el opio del pueblo y todo eso peeero...a mí me da lo mismo. Mejora las pocas cosas malas que tenía Fifa 13, el cual era para mí el mejor juego de fútbol hasta la fecha, así que se merece un puestecito en mi lista del año.
The Legend of Zelda: The Wind Waker HD
¿Un remake Leni?¿ Puedes caer más bajo? Probablemente si, pero dejad que me explique: Nunca tuve Game Cube, y no había tenido ocasión de jugar a Wind Waker, por lo que esta versión para WiiU ha sido mi primera toma de contacto con el juego. Y aquí está, en lo mejor del año, tranquilamente. A tope.
DMC: Devil May Cry
Hay que tenerlos bien puestos para tocar una saga añeja y renovarla por completo. Tomando decisiones tan polémicas como la de cambiar de cara al protagonista, reiniciar la historia y quitar cualquier atisbo de la década de los noventa del juego, este DMC: Devil May Cry consigue ser un gran juego, y que no echemos de menos al Dante-pelo-tazón. Que grata sorpresa oiga.
The Legend of Zelda: A Link Between Worlds
Mira que me costó al principio, que los cambios me dieron bajona y que aun a día de hoy, sigo pensando que algunas decisiones tomadas no han sido todo lo buenas que podían haber sido pero...hay que reconocer que este Zelda se adapta perfectamente a lo que debe ser un juego de portátil, que se juega muy a gusto y que cuando te quieres dar cuenta se te está acabando la batería de la consola, y llevas una hora esquivando pollos y jugando al baseball mientras Hyrule y Lorule sufren.
Starcraft II: Heart of the Swarm
Siempre defenderé lo bien que han resuelto la gente de Blizzard el tremendo marrón que supuso hacer la segunda parte de Starcraft, el RTS por excelencia y uno de los juegos más jugados de la historia, aun a día de hoy. Coger algo casi perfecto en su concepción, toquetearlo, renovarlo e introducir cambios sustanciales sin hacer enloquecer a los millones de jugadores es algo que se me antoja casi imposible, pero lo han hecho. Quizá la campaña de Heart of the Swarm no esté a la altura de Wings of Liberty , y se hayan hecho algunas concesiones en cuanto a dificultad se refiere, pero lo importante sigue estando ahí, y manejar al enjambre siempre es una experiencia maravillosa.
Starbound
Ni siquiera es un juego todavía, y ya promete. Starbound comenzó su beta abierta hace menos de un mes, pero lo que podemos encontrar dentro de este sandbox-de-exploración-espacial-en-2D a día de hoy ya merece más la pena que muchos juegos completos. Mientras sigue cociéndose a fuego lento y se le van añadiendo ingredientes, los más ansiosos como yo nos dedicamos a probar las cosas crudas y a descubrir todos los secretos que esconde.
Fire Emblem: Awakening
Qué bien se juegan los juegos de estrategia por turnos en portátil. Que buenos son los Fire Emblem. Qué cojonudo es Fire Emblem Awakening. Miedo me da mirar las horas jugadas, y eso que todavía no me lo he terminado. Pero es que cada vez que lo pongo para avanzar en la historia, acabo jugando mil encuentros aleatorios para subir a mis queridos personajes, y no avanzo nada. El juego infinito, señores. Y lo peor es que no aburre nunca.
The Walking Dead: 400 Days
Recapitulemos: Un remake, un Fifa, una beta, y ahora un DLC. Si este no es el peor top de la historia es porque IGN España se encarga de desafiar los límites cada día. Pero volvamos a lo nuestro. Resulta que, después de año y pico de insistencia, me he jugado al fin The Walking Dead y, como no podía ser de otra forma, me ha gustado mucho. Y casi tanto o más me ha gustado 400 Days, último capítulo de la primera temporada, que consigue que levantemos la cabecita y veamos más allá de la cruda realidad de la buena de Clementine. Estas cinco historias convergentes nos muestran algo más de ese infierno postapocalíptico, y lo que es más importante, nos enseña la adaptación del género humano al mismo. Porque ya no importa ser bueno o ser malo, tener o no dinero, ni importa tu procedencia. Sólo importa sobrevivir.
Bioshock Infinite
Vamos a ser claros: Bioshock Infinite es, posiblemente, la mejor historia jamás contada en un videojuego. Después de haber experimentado eso, me da igual que se hayan hecho concesiones jugables para conseguirlo, y que los momentos de tiros sean ligeramente menos buenos que lo que pudimos ver en las profundidades de Rapture. Quizá otro año este juego tendría algún rival claro para ocupar el primer puesto (hola Dishonored, hola Borderlands 2), pero visto lo visto en 2013, la distopía de Ken Levine se merece estar aquí por méritos propios.