Los 10 mejores discos del 2011 Fuente Indielogia ...

Publicado el 27 diciembre 2011 por Joseba_3


Los 10 mejores discos del 2011

Fuente Indielogia ¡Ya era hora! Tomen sus asien­tos, que vamos por un viaje de 10 para­das para ver lo mejor del año. En ésta oca­sión des­ta­ca­re­mos los 10 dis­cos, sin orden específico. Y para el año que viene mas...que me voy de vacaciones. FELIZ2012            HAPPY2012 Björk — Biop­hi­lia Ima­gina que las maqui­nas indus­tria­les y los elec­tro­do­més­ti­cos se fue­ran de pic­nic con los ele­men­tos más elo­cuen­tes de la natu­ra­leza, y de camino se encuen­tran con una chica islan­desa con la que hacen bue­nas migas y les pro­mete dedi­car una can­ción y que les per­mi­tirá hacer los coros y los acom­pa­ña­mien­tos. Pues esto podría ser el prin­ci­pio de una bonita amis­tad, o de una van­guar­dia, o sim­ple­mente la manera de encon­trar una expli­ca­ción más al increí­ble talento de Björk. Esta figura inne­ga­ble de la his­to­ria del pop, nos trae de nuevo un giro audaz en la his­to­ria de la música, y nos mues­tra su crea­ción como gesto de com­pro­miso con lo que siem­pre ha hecho, crear, expe­ri­men­tar, arries­gar, y con­mo­ver. Temas apa­ren­te­mente caó­ti­cos se reor­ga­ni­zan en nues­tras men­tes tras 7,5 segun­dos de escu­cha, y todo cobra sen­tido. Biop­hi­lia es Björk, y no hay más que decir. 
Uno de mis gru­pos favo­ri­tos del 2011, The Pains of Being Pure at Heart, con “Belong” . Seaha­ven — Win­ter Forever Muy pocas veces me ha pasado escu­char un disco com­pleto y que­dar embo­bado de prin­ci­pio a fin. Este año me suce­dió con el debut del grupo de pop-punk Seaha­ven. Com­ple­tos des­co­no­ci­dos para mi, demues­tran una varie­dad y cali­dad envi­dia­ble en las 10 can­cio­nes que com­po­nen Win­ter Fore­ver. 
Kakk­ma­da­fakka — HEST Fres­cos, como el pes­cado, como el buen sal­món noruego, como la buena música que nos traen desde noruega los chi­cos del nom­bre estra­fa­la­rio. Fres­cos como los aires que nos ins­pi­ran las nueve pis­tas del LP que nos llegó en 2011 bajó la tra­duc­ción noruega de nues­tra pala­bra fiesta, HEST, por­que no podía lla­marse de otra manera a los tema­zos que se mar­can bai­lando de un lado a otro, empe­zando por el rock, pasando por el pop, con­to­neán­dose con el disco y con­ta­gián­do­nos de sus aires tea­tra­li­za­dos en algu­nos momen­tos con tanta ener­gía, y buen sen­tido del humor.
The Horrors — Skying The Horrors siem­pre tie­nen sus influen­cias a la vista, y Skying es un gran esfuerzo de la banda para cap­tu­rar un sonido entre la psy­che­de­lia, space rock y el new wave. La banda ha pasado a su pro­pia per­so­na­li­dad, sim­ple­mente en cons­tante evo­lu­ción, no solo cuenta con una nueva arro­gan­cia y estilo, sino que tam­bién posee esa lige­reza de su pri­mer álbum. Se han ido las influen­cias de Geoff Barrow de Por­tis­head en Pri­mary Colours, y en su lugar se encuen­tra un inte­lec­tual colec­tivo de cinco pie­zas, total­mente inmerso en la con­fianza de sus capa­ci­da­des, logrando un álbum mucho más en equi­li­brio.
Bon Iver — Bon Iver El más reciente álbum homó­nimo de Bon Iver es un disco que requiere de su tiempo y lugar, no es lo sufi­cien­te­mente uni­ver­sal como para que se repro­duzca en cual­quier momento, pero suele ser la elec­ción per­fecta para dis­fru­tar en refle­xión. Aun­que este álbum no viene con la leyenda aso­ciada al pri­mero, Jus­tin Ver­non y com­pa­ñía son capa­ces de traer con­sigo un flujo per­fecto y se puede man­te­ner a tra­vés de una ima­gen vívida que esta vez no son sólo letras, en un tono simi­lar; la pro­duc­ción y los ins­tru­men­tos uti­li­za­dos son más varia­dos y com­ple­jos, pero sin ser for­zado o repe­ti­tivo. Un gran disco de un gran artista. 
The Vac­ci­nes — What Did You Expect From the Vaccines La expec­ta­ción por el pri­mer tra­bajo de los bri­tá­ni­cos The Vac­ci­nes era alta. Pode­mos cul­parlo al hype o no, pero el resul­tado sigue siendo igual de bueno. Líri­ca­mente puede no ser una obra maes­tra, pero sin duda fue el rey de los lla­ma­dos “álbu­mes de gui­ta­rra”. Desde la pri­mera can­ción hasta la final, riffs y pun­teos se apo­de­ran de nues­tra mente en una inva­sión de buena música. Curio­sa­mente el grupo parece siem­pre estar pre­sente a lo largo de la escu­cha, pre­gun­tán­do­nos con­ti­nua­mente como en una broma que nunca ter­mina ¿Qué espe­ra­bas de The Vac­ci­nes? Bueno, solo diré que espero ansio­sa­mente su segundo disco. 
Girls — Fat­her, Son, Holy Ghost Tal vez el álbum más espe­rado del indie en 2011, Fat­her, Son, Holy Ghost fue reco­no­cido como un clá­sico aún antes de su lan­za­miento, creando las sufi­cien­tes expec­ta­ti­vas como para dar segui­miento a su segundo álbum de larga dura­ción. El dúo de San Fran­cisco se man­tuvo impreg­nado con soni­dos de prin­ci­pios de los 70’s, aun­que fácil­mente este álbum podría haber salido en cual­quier punto de los últi­mos 40 años. Así es como estas 11 can­cio­nes se eje­cu­tan de manera fluida y en la faci­li­dad que parece impo­si­ble no ren­dirse a sus encan­tos. No hay pun­tos bajos aquí, así que es bas­tante difí­cil de encon­trar los momen­tos des­ta­ca­dos. 
The Rap­ture — In The Grace Of Your Love The Rap­ture tenía que dar un salto de madu­rez con este ter­cer tra­bajo. Era el momento y el lugar idó­neo para situarse como banda de refe­ren­cia en su estilo y sin duda lo han con­se­guido. Olvi­dán­dose de los soni­dos y rit­mos rock, para aden­trarse al fin, de lleno en la elec­tró­nica, tanto de baile como expe­ri­men­tal, “In The Grace Of Your Love” alcanza momen­tos subli­mes gra­cias a un par de temas rom­pe­pis­tas acom­pa­ña­dos de una colec­ción de can­cio­nes donde se prue­ban a ellos mis­mos hasta donde son capa­ces de lle­gar. Qui­zás han esti­rado dema­siado el expe­ri­mento, pero eso no hace sino darle aún más valor. 
Kasa­bian — Velo­ci­rap­tor! Hace ya tiempo que los bri­tá­ni­cos se con­vir­tie­ron en pieza indis­pen­sa­ble del nuevo rock. Es difí­cil seguir sor­pren­diendo con un cuarto tra­bajo, pero la fres­cura y la nove­dad siguen siendo hilo con­duc­tor de sus tra­ba­jos. Velo­ci­rap­tor! baja la velo­ci­dad de sus can­cio­nes, sin per­der la ener­gía y los toques elec­tró­ni­cos y psi­co­dé­li­cos que han sabido alcan­zar a lo largo de su carrera. Cuando escu­chas una can­ción y pien­sas que ese sonido o ese ritmo no lo habías escu­chado nunca antes, es que el álbum fun­ciona, te man­tiene alerta y te dejas lle­var sin saber como aca­bará la his­to­ria.