Los 23-F siempre pasa algo en España
Publicado el 18 febrero 2011 por Jmbigas
@jmbigas
Para mí, el 23-F siempre estará ligado al cumpleaños de una novieta que nunca llegó a serlo, siendo yo muy joven.El más famoso 23-F, sin duda, fue el del intento de Golpe de Estado de Tejero en el Congreso, en 1981. Pero, dos años después, el mismo día, el Gobierno socialista (con Boyer de Ministro de Economía, a la sazón) decidió la expropiación de Rumasa, ese imperio con pies de barro construido desde el populismo por el empresario jerezano José María Ruiz-Mateos, por cierto, católico ultramontano. Según parece, el Gobierno llegó a detectar en esa Rumasa una caja B con un agujero del orden de los 111.000 millones de pesetas (es decir, unos 667 millones de euros). Podéis ver más detalles aquí.
José María Ruiz-Mateos, cabeza de Nueva Rumasa
(EFE; Fuente: ABC.es)
Desde hace dos o tres años, se empezó a hablar en los medios de la Nueva Rumasa. Saltó a la palestra, especialmente, con la emisión de unos pagarés para ser vendidos a inversores, por importe mínimo de 50.000 Euros a un interés anual del 8% (más o menos el doble de lo que se podía obtener en ese momento de un depósito bancario ordinario). Debo reconocer que llegué a analizar la posibilidad de invertir algo en esa Nueva Rumasa, pero un par de hechos me echaron para atrás. Por una parte, el importe mínimo, que estaba por encima de mis posibilidades. Y, por otra parte, el oscurantismo y la opacidad con la que se presentaba la inversión, al margen de todos los circuitos regulatorios, especialmente de los de la CNMV.La propia CNMV, limitada por la ley a no poder intervenir de otro modo, previno a los inversores sobre esos pagarés, dejando claro que quedaban al margen de las regulaciones habituales del mercado de valores. Hasta siete avisos de este tipo llegó a hacer la CNMV sobre las ofertas de la Nueva Rumasa para inversores.
(Fuente: informacioneconomia)
Nueva Rumasa nunca ha sido un holding que integre empresas y que, por tanto, esté sujeto a las regulaciones habituales que, básicamente, implican la transparencia y la publicación de Informes Financieros y demás. Hoy por hoy, no es más que un conglomerado de, aparentemente, hasta 117 empresas independientes. Cada una de ellas debe presentar (o no) sus cuentas por separado y resulta muy complicado rastrear sus entresijos.En los últimos tiempos, con garantía (presunta) de alguna de las compañías del grupo, se llegaron a ofrecer inversiones con rendimiento del 10% a un año, o hasta del 12% anual para inversiones a 24 meses. De alguna forma, la manifestación de las dificultades del grupo para conseguir financiación por los caminos habituales.La primera oferta de pagarés, que analicé en su momento con cierto detalle, se emitía con la (presunta, de nuevo) garantía de los activos que decían tener en el fondo de alguna de las bodegas. Unos activos valorados muy imaginativamente, de los que nunca se ha tenido constancia fidedigna.Ahora parece que el nuevo conglomerado vuelve a derrumbarse. Diez de las empresas del grupo pasan a situación preconcursal, con tres meses, según la ley, para negociar refinanciaciones de la deuda, que se estima en unos 700 millones de Euros, o caer en la suspensión de pagos. Aunque Nueva Rumasa (y Ruiz-Mateos en particular) siempre se ha mostrado extremadamente reservada al respecto, podría haber un total de 5.000 inversores que habrían aportado hasta 140 millones de euros al grupo. Claro que como todo el tema se desarrolla con la mínima transparencia y la máxima opacidad, muy posiblemente una parte importante de esos fondos puedan provenir de entornos asimismo opacos, y los paraísos fiscales parecen tener bastante que ver con el grupo en su conjunto.Francamente, no siento ninguna pena por los inversores. Les atrajo la codicia de una rentabilidad garantizada exageradamente elevada, y como todo se ha desarrollado al margen de los organismos regulatorios, esa garantía se acaba si se desmorona el castillo de naipes. Alta rentabilidad significa elevado riesgo. Que cada cual arree con lo que le toque.
CLESA, una de las empresas afectadas (junto a Dhul,
El Caserío, Garvey,...)
(Fuente: lavozdeasturias)
Sí me conmueven los 10.000 empleados que podrían tener actualmente el total de empresas del grupo. Sin tener responsabilidad alguna en el resultado de la aventura, se pueden ver abocados al desempleo si todo el conglomerado se acaba viniendo abajo. Supongo que en el cesto de empresas habrá frutas más sanas que otras, que podrían ser compradas por terceros, y hacerlas viables.El trasfondo de toda esta historia es que el modo de hacer negocio de Ruiz-Mateos está fuera de lugar en la economía de la última parte del siglo XX y de este siglo XXI. Su intento de construir una empresa familiar gigante, mucho más allá de sus límites naturales, manteniendo los toques paternalistas, no va a ninguna parte más que al desastre.Nos gustarán más o menos, pero todos los organismos regulatorios de que se ha ido dotando al mercado, aportan grandes dosis de transparencia y exigen a toda empresa cotizada (por ejemplo) la máxima responsabilidad social corporativa, frente a clientes, proveedores, entidades financieras, inversores y frente a la sociedad en general. Os recomiendo, si tenéis ocasión, de que os conectéis a la web de la CNMV, donde podréis ver todos los datos aportados por todas las compañías cotizadas en el mercado, por todas las instituciones financieras, incluidas las (a veces) denostadas SICAV, etc. Mediante los Hechos Relevantes, las sociedades deben informar a la CNMV (y por ende, al mercado, a todos los inversores y a cualquier ciudadano interesado) de cualquier evento que influya en la marcha de las empresas, cualquier movimiento corporativo de compra o de venta, cualquier decisión de reparto de dividendo, cualquier emisión de deuda o cualquier ampliación de capital social, etc. etc.
El Rayo Vallecano, otra
entidad afectada.
(Fuente: felipeandlurds)
Supongo que la pregunta sería por qué Ruiz-Mateos se empeñó, de nuevo, en construir un conglomerado opaco y al margen de todos estos mecanismos que son los que aportan transparencia y orden al mercado, y los que pueden transmitir confianza. Descarto, por la profunda religiosidad de que hace gala, que tras esa decisión estuviera el ánimo de defraudar. Hubiera debido construir un holding cotizado en Bolsa, ampliar capital social mediante la emisión de acciones, transmitir a la CNMV, y por tanto, al mercado, todas las informaciones e informes que fueran menester, y sacar adelante una iniciativa empresarial próspera. Claro que, si lo hubiera hecho así, y visto lo visto, quizá esos capitales opacos no hubieran acudido al reclamo, y la cotización de sus acciones y todo el Grupo en general se habría hundido mucho antes.Aunque a veces nos duela decirlo así, en Economía hace falta menos romanticismo y más efectividad y transparencia.JMBA