Mariano Aveledo, especialista en análisis financiero y gestión global de patrimonios, analiza en este artículo los principales desafíos económicos que definirán el rumbo de 2026. Con más de 30 años de trayectoria en el sector financiero internacional, Aveledo comparte una visión clara y fundamentada de los escenarios que gobiernos, empresas e inversores deberán afrontar en los próximos meses.
Desaceleración global con inflación persistente
Uno de los retos más complejos será gestionar una desaceleración económica global que, sin embargo, no consigue frenar del todo las presiones inflacionarias. Según Aveledo, nos encontramos ante un “efecto tijera económico” donde el crecimiento cae, pero los precios siguen presionando, especialmente en sectores clave como energía, alimentación y vivienda.
La inflación estructural en economías desarrolladas exige políticas monetarias más prudentes y una coordinación internacional eficaz. Para América Latina, esto se traduce en un dilema: mantener los tipos de interés altos para contener la inflación o bajarlos para impulsar el consumo interno.
Transición energética: oportunidad y riesgo
El segundo gran reto está relacionado con el avance (y a veces retroceso) de la transición energética. Mariano Aveledo señala que la dependencia de combustibles fósiles aún persiste, especialmente en países exportadores de crudo. Sin embargo, los fondos verdes, las inversiones en hidrógeno, baterías y energías renovables siguen aumentando.
“La transición energética puede ser un motor económico para América Latina”, indica, “pero también requiere una planificación fiscal y tecnológica ambiciosa, sin improvisaciones”.
Polarización política y su impacto en la inversión
La inestabilidad política y social amenaza con erosionar la confianza de los inversores. En países como Argentina, Perú o Bolivia, la incertidumbre electoral y la falta de consensos mínimos paralizan inversiones clave.
Mariano Aveledo destaca la necesidad de gobernanza estable, marcos legales fiables y reformas institucionales como condiciones esenciales para atraer capital extranjero e impulsar la economía productiva.
Digitalización financiera sin regulación clara
Las criptomonedas, las fintech y la inteligencia artificial aplicada al sector financiero seguirán expandiéndose en 2026. No obstante, el crecimiento no va acompañado de una regulación suficientemente clara, lo que genera riesgos sistémicos.
Aveledo insiste en que “la digitalización del dinero es irreversible, pero requiere de reglas de juego globales y responsables que protejan al usuario sin frenar la innovación”.
Crisis climática como factor económico estructural
En 2026, el cambio climático ya no es solo una preocupación medioambiental, sino un factor económico clave. Desde pérdidas agrícolas por sequías extremas hasta seguros más costosos, la economía mundial empezará a reflejar de forma directa los efectos de la crisis climática.
Latinoamérica, siendo una de las regiones más vulnerables y biodiversas, debe prepararse para esta nueva realidad con estrategias de resiliencia financiera y ecológica.