Es como una canción que se te mete en la cabeza y que no puedes dejar de tararear. ¿Qué tiene esa mente que te ha vuelto loco? Lo niegas una y otra vez ante ti mismo y ante los demás, pero es inútil. A estas alturas ya deberías saber que estás perdido.
Y fascinado y seducido sin remedio. Porque lo que hace que no te puedas sacar a esa persona de la cabeza no tiene nada que ver con su cuerpo, aunque te estés muriendo por volver a acariciar su piel o por rozarle la mano como quien no quiere la cosa.
Se trata de su carisma. De su actitud. De su personalidad y de su espíritu. Es como si se hubiera tragado una bombilla, tiene una luz hacia la que siempre te ves atraído sin poder evitarlo. A veces hasta jurarías que esa mente tiene superpoderes y siempre que lo desea puede convertirte en una polilla (un bicho que por cierto odias) solo para pasar un buen rato a tu costa.
Esa persona tiene presencia incluso cuando se ausenta, y eso es jugar con mucha ventaja.
Tu sentido del humor y el suyo hablan el mismo idioma, lo supiste desde vuestra primera conversación. Desde entonces estás irremediablemente enganchado a su fino ingenio, que siempre te hace reír.
Eres adicto a sus ideas, que todo lo cuestionan. A sus opiniones, que no son las de la mayoría. A sus ocurrencias, que siempre te sorprenden.
Esa mente a veces hasta te da un poco de miedo. No solo lo que sientes por ella, sino ella.
Algo te dice que nunca va a consentir que alguien la aburra, más que nada porque ella misma nunca resulta aburrida. Esta vez sí que te vas a tener que esforzar para mantener a alguien a tu lado. Pero el reto te pone más que cualquier cuerpo que se haya cruzado en tu cama hasta ahora.
Y aquí viene lo mejor: por primera vez en tu vida sientes que esa atracción, esa conexión que os mantiene imantados quizás no tenga fecha de caducidad.
¿Qué tiene esa mente que te ha vuelto loco contra toda lógica?
Los 5 Rasgos Más Seductores de Una Mente
Una Mente No Pierde la Juventud
Una mente curiosa no se arruga ante la perspectiva de envejecer. No se preocupa por la flacidez porque sabe que conservar esa curiosidad por el mundo la mantendrá joven muchas décadas después de que vuestros cuerpos hayan cambiado.
Una Mente Nunca Pierde el Misterio
Recorrer las curvas de sus elucubraciones es un placer en el que te deleitarás día tras día. Jamás perderás la pasión que te impulsa a tratar de desnudarla entera para conocer todos sus pensamientos. Y eso que sabes que ella es inasible, que ni en un millón de años llegarás a poseerla por completo.
Esa mente tan sensual nunca será tuya. Pero ése era el trato que firmaste con tu propio corazón la primera vez que la besaste.
Una Mente no Pierde Definición Muscular
Una mente inquieta se estará ejercitando hasta que cumpla los noventa. Y al hacerlo los dos ganaréis; ella no perderá definición muscular, pero tú tampoco. Te estimulará para que tu mente también se ponga el chándal y las zapatillas y salga a mover un poco sus células grises.
Te seguirá sorprendiendo con sus sprints verbales, y más te vale correr para intentar alcanzarla. Es más, como suele ser muy competitiva harás bien en esforzarte para ganarla. Contrariamente a lo que pudiera parecer lo que más desea es verte alzar -no siempre, pero sí muchas veces- la medalla de oro, aunque eso suponga que ella recibe solo la de plata.
La admiración que siente por ti es lo que la mantiene motivada para continuar jugando a las carreras contigo. ¿Lo peor que podría pasarte? Que esta mente inquieta comience a sospechar que debe dejarte ganar para que lo vuestro funcione.
Una Mente es Insaciable
Una mente apasionada siempre quiere más. Es una ninfómana de las ideas. Del intercambio de fluidos verbales en cualquier postura y en cualquier lugar: en la cocina, en el ascensor, en tu despacho, en los servicios de un club.
Prepárate porque no te dará tregua, deseará que la estimules a todas horas.
Enséñale algo que no sepa.
Muestra interés por sus fantasías y ella se entusiasmará por hacer realidad las tuyas.
El día que tu mente se relaje y empiece a no dejarla satisfecha se largará a buscarlo en otra parte. También el sexo. Tú sabes muy bien que para ella una cosa lleva a la otra, que nada le excita tanto como una mente tan insaciable como la suya propia.
Una Mente Conquista, No Liga
"Dime algo que me cambie la forma de mirar la vida. Ponme los ojos grandes y hazme sentir pequeño. Cuéntame tantas aventuras que sienta que me he perdido un millón de cosas".
¿Qué tiene una mente carismática que no tenga un cuerpo? En el artículo "No me ligues, conquístame" reflexionan sobre las personas en negrita. Esas que aunque sea en un rápido y diagonal golpe de vista se te quedan retenidas en la memoria. También sobre los amores de primera o de segunda división; sobre las diferencias entre alguien cuya mediocridad solo le permite ligar y alguien que sabe cómo conquistar. Léelo, creo que te gustará.
¿Qué debe tener una mente para volverte loca o loco?
¿Qué otros rasgos te parecen igualmente seductores?
Foto: via tattologist.nataliehanks.com