Pero sabemos realmente qué es el liderazgo, y lo que es más importante (y parafraseando a dos buenos amigos) ¿el líder nace o se hace?
Pues bueno, mientras nos van aclarando algo, se publicaba a finales de 2013 por parte de Page Executive los 7 secretos del liderazgo tras realizar un estudio a nivel global en todos los países en los que tiene presencia para descubrir el quid del liderazgo.
Adoptar la visión y compaginar el corto con el largo plazo.
El líder del siglo XXI debe adelantarse a los acontecimientos y adaptarse a las circunstancias. Para ello, debe contar con una gran visión estratégica y capacidad de reacción.
Gestión del talento.
No es posible la consecución de objetivos sin un trabajo en equipo liderado por una figura de referencia. Los empleados deben sentirse motivados, comprometidos e indispensables así como actuar en busca de un propósito común.
Agilidad internacional.
Hoy día, las empresas demandan altos cargos con experiencia en mercados extranjeros capaces de liderar equipos multiculturales y de adaptar sus técnicas de negociación a contextos internacionales.
Inteligencia emocional.
El éxito de una organización depende del logro de los objetivos marcados y del buen hacer del equipo. Por esta razón, el líder debe crear un ambiente de respeto y sociabilidad en el que todos los miembros del equipo se apoyen y sean proactivos a la hora de colaborar y participar.
Orientación a resultados y visión multifuncional.
Convertir los momentos de cambio en oportunidades gracias a la capacidad de análisis y adaptación es una característica que define a un buen líder.
Era del líder digital.
Los avances tecnológicos y el disparo del uso de las redes sociales han obligado a las empresas a ser transparentes y a optimizar sus recursos para llevar a cabo una comunicación efectiva a nivel interno y externo. Es de vital importancia que los grandes líderes tengan presencia en la Red y se conviertan también en líderes de opinión, tanto para llegar a la audiencia objetivo como para dar valor a la empresa de la que forman parte.
Influencia y networking.
Un buen líder debe saber establecer relaciones con figuras de diversos contextos culturales de modo que se nutran de nuevas ideas que les permitan tener amplitud de miras y llegar a las mejores soluciones.
Ahí es nada, si fuera tan fácil no hablaríamos de liderazgo como la piedra filosofal que va a salvarnos a todos de la quema, y ¿si en vez de buscar al superdotado que reúna todas estas características, dotamos a nuestros equipos de personas que suplan cada una de ellas alguno de estos roles?
¿No sería eso mucho más factible?