Los abusos de las expropiaciones

Publicado el 06 septiembre 2015 por Elblogderamon @ramoncerda

Hemos de asumir que las expropiaciones son necesarias para el bien común. Sin una ley de expropiaciones forzosas pocas obras públicas acabarían siendo ejecutadas, y aunque evitar alguno de esos monstruosos proyectos podría ser incluso positivo en más de una ocasión, hemos de asumir la necesidad de la norma.

Los abusos de las expropiaciones. Algo que ocurre a diario.

Ahora bien, la misma norma promueve los abusos de las expropiaciones, porque creo que no basta con decir que se hace por el bien común, cosa que me parece muy bien, porque al que le expropian pueden estar arruinándole la vida. Lo menos que se puede pedir a cambio es una remuneración justa, o incluso espléndida, diría yo. Bajo mi punto de vista las expropiaciones deberían llevar un plus de daños y no tendrían que valorarse las cosas a precio de mercado, sino bastante por encima. Y si lo que se expropia es solo la parte de una finca, el propietario debería tener la oportunidad de exigir que le compraran la finca entera, porque una vez expropiada la fracción y plantado el monstruo encima, puede que el uso o el valor restante sea bien poco.

Los abusos de las expropiaciones a veces se resuelven en los tribunales

Otra cosa que me llama mucho la atención de las expropiaciones, es que no solo las valoraciones suelen ser insuficientes, sino que, además, parece que no sepan ni medir los terrenos. Sería el caso de una reciente sentencia, en la cual, la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia obliga a la Administración a pagar 1.300.000 euros, cuando lo tasado era de solo 218.800 euros. Entre otras cosas, parece ser que habían calculado 4.200 metros cuando lo expropiado se acercaba a los 6.000, y todo para que alguien haga negocio a costa del AVE. Me parece indignante, pero al menos en esta ocasión el Tribunal parece haber puesto las cosas en su sitio.

Ramón Cerdá

Los abusos de las expropiaciones was last modified: septiembre 4th, 2015 by Ramón Cerdá