Espero estar equivocado, pero la sensación es que cada una de estas cosas, con sus robos, traiciones, irresponsabilidad absoluta, mentiras y malas gestiones, podría ser solo un aperitivo, una oportunidad que en cada momento la sociedad española ha tenido para decirle a Sánchez que se vaya y no lo ha hecho. La primera oportunidad, cuando pactó con separatistas engañando a los españoles. También hubo otra con el asunto de las maletas de Venezuela, del rescate a la aerolínea venezolana, y del rescate a la empresa de sus padres.
Y no ha pasado nada con todo este historial. Ver que nadie dice nada y apenas se cambia nada. Realmente llego a pensar, que si a partir de ahora, sucede aquello, y sucede una catástrofe de un tamaño que ya no se puede ignorar por la masa, porque les golpee directamente y con fuerza, hemos hecho absolutamente todo lo que había que hacer para ganárnoslo.
Parece ser que la gente es insensible a las barbaridades de los gobiernos, pero no solo el de Sánchez. El de Sánchez es el extremo más extremo de un gobierno post-transición, cometiendo todas las tropelías posibles, sin que pase nada. Y tragándose todos los relatos propagandísticos, del gobierno y del globalismo. Porque la culpa es de Franco, del covid, de Putin y del cambio climático, y por supuesto, de Ayuso. El PSOE, y más Sánchez que ninguno otro, con sus pactos, con Podemos y con separatistas, su absoluta irresponsabilidad, mala gestión e hipocresía permanente, no tienen culpa de nada.
Mentalmente