Para ello es necesario cambiar un poco la alimentación e incorporar a la dieta diaria bases de pescados, frutas y verduras. Algo que, por otra parte, debería centrar unos hábitos de alimentación comunes.
Así, el consumo de pescado, en preferencia por el azul, como la trucha o el atún, gracias al omega 3, ofrece una protección en el organismo y ante esta enfermedad. El pescado debe alternarse con el consumo de otros alimentos tales como vegetales y frutas con vitaminas como el magnesio o el silicio.
Entre los vegetales que se recomiendan para tomar en la dieta y que pueden ir bien para mitigar los dolores de las personas que sufren de fibromialgia está la cebolla, el pepino y la calabaza. Mientras que si se deben destacar frutas para ello, la naranja y la manzana también son óptimas. Además los nutricionistas recomiendan tomar frutos secos a diario, no hace falta demasiados, con un puñado es suficiente.
Otros alimentos, aunque los más óptimos son los vistos anteriormente, son la carne roja y blanca, en menor medida. Es decir, si de pescado, vegetales y fruta podemos tomar más de tres veces por semana, de carne roja y blanca es suficiente con dos veces. Pues estas y otras proteínas animales pueden inflamar y ser perjudicial para los daños corporales. También se recomienda beber un litro y medio de agua, evitar el azúcar y aquellas bebidas que lo lleven así como la cafeína. También es mejor reducir el consumo de sal y de comidas procesadas.
Esta dieta junto a la realización de ciertos ejercicios pautados por el médico, como andar en la medida que se pueda, ayudan a mejorar la fibromialgia y aumentar la calidad de vida de las personas que la padecen.
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