Trabaja como profesora de Educación Secundaria en Madrid-
Sara es una bailarina profesional, ahora sin trabajo, que ante la muerte de su padre, vuelve al pueblo donde este pasó sus últimos días. Allí entablara amistad con su nuevo vecino, Juan, profesor de instituto, quien dirige la obra "Un tranvía llamado deseo" entre un grupo de aficionados. Sara está viviendo un momento delicado. Ha conocido el éxito profesional, pero está cansada del ritmo y el rumbo que había tomado su vida. La muerte de su padre y la visita al pueblo, le sirven como punto de inflexión para replantearse todo.Juanpor su parte, se encuentra cuidando sin descanso de su padre, afectado de alzhéimer, inmerso en una relación sin futuro, y viviendo con resignación una vida monótona que llega a agobiarle. Con la excusa de ayudarles en la preparación de la representación de la obra, Sara, se integrara en el lugar, en el grupo de amistades de Juan y se acercara irremediablemente a él. La autora nos traslada a un pueblo pequeño, en un verano caluroso, en el que todo transcurre con la lentitud y el ritmo preciso de una historia donde los protagonistas se replantean la vida que han llevado hasta ahora. Donde las segundas oportunidades existen ...si se cree en ellas. Para acercarnos a estas cuestiones su herramienta por excelencia es la sencillez, el arte de lo cotidiano, el lenguaje próximo y las escenas del día a día. Resalta el valor de la amistad, la importancia de las pequeñas cosas... Es un libro muy rápido de leer. Sus 585 paginas pasan como un suspiro ya que esta plagado de diálogos que lo hacen breve y muy llevadero. "Los amables extraños" tiene la capacidad de transportarte, de llevarte de viaje a un lugar lento, sin ruido, desde donde se puede observar el pasado, el presente, el futuro con serenidad. Nos lleva de vacaciones al pueblo, nos disfraza casi de adolescentes, y disfrutamos de un verano,donde la amistad no tiene precio y el amor nos encuentra sin quererlo... pero no por sorpresivo resulta menos atrayente. Merece la pena dejarte llevar por Julia T. Lopez.