Juan Diego de Marcilla e Isabel de Segura son dos jovenes del siglo XIII que vivian en Teruel y se conocían desde pequeños. Con el paso del tiempo la amistad se convierte en amor.
Los padres de ella no estan de acuerdo con la relación, ya que Juan no tiene caudales suficientes para complacer a sus suegros, por lo que les pide un plazo de tiempo en el que deberá de reunir una fortuna, por lo que Juan se marcha a las cruzadas.
Tras conseguir verla le pide un beso a Isabel que se niega lo que le provoca tanto dolor a Juan que fallece.
El día del entierro una mujer vestida de negro se acerca al cuerpo y lo besa cayendo al suelo muerta, resultó ser Isabel.
Ante tal prueba de amor deciden enterrarlos juntos.
Esto que en un principio es una leyenda, en el año 1555 durante las obras en la iglesia de San Pedro de Teruel se descubren dos cuerpos momificados y junto con ellos un documento que cuenta la historia.
Dicho documento aparece publicado en “Semanario pintoresco español” del 5 de febrero de 1837, se reproducen a continuación algunos extractos de ese Semanario:
(NOTA ACLARATORIA: El nombre del muchacho se asume que es Juan Diego, por eso nos encontraremos que en alguna ocasión se le llama Juan y en otras Diego)
“La historia de los amores y desgraciado fin de D. Diego de Marcilla y Doña Isabel de Segura, es tan popular en España como es en Italia la de Julieta y Romeo, y en Francia la de Heloisa y Abelardo (…)
El erudito D. Isidoro Antilloñ, natural de Teruel y discreto investigador de sus archivos (…)
Historia de los amantes de Teruel, que se conservaba á los principios del siglo XVII , en el Archivo de esta Ciudad en un papel de letra muy antigua , y copió entonces el Secretario Juan Yagüe , según él mismo testifica como Notario público. (…)
Sobre la historia y el documento , así como de las momias, se han llevado a cabo muchos estudios que puedan garantizar la autenticidad de ello. Una de las cosas que si ha quedado demostrada es que los cuerpos corresponden a un hombre y una mujer que vivieron a principios del siglo XIV. que es la época en al que empieza a difundirse la leyenda. El documento empieza:
E pues decimos de males y guerras , bueno es digamos de amores. Nos feitos mas verdaderos en Teruel está el de un joven llamado Diego Juan Martínez de Marcilla, de unos veinte y dos años. Enamoróse de Isabel de Segura, hija de Pedro de Segura: el padre no tenia otra, era muy rico: los jóvenes se amaban muy mucho, en tanto que vivian afanados ; é dijo el joven como deseaba tomarla por muller , é ella repuso , cierlament el deseo de ella era aquel mateix , empero que supies que nunca lo faria sin que su padre y madre se lo mandasen; ahora él la quiso mas, é ficolo decir á su padre , su respuesta fue que ciertamente él era muy bien pagado del joven, é que venia bien ; empero que él no tenia biens, non se quejase, é que su padre tenia otros fijos quien mas lo podía heredar ; hasta , que no lo faría, é que él podía dar á su fija treinta mil sueldos, é que apres tenia toda su casa.
Es decir, lo dos estan enomorados, y se quieren casar, pero ella no lo hará si no tiene el consentimiento de su padre, el cual opina que el muchacho no tiene bienes, y que tampoco puede esperar heredar ya que tiene otros hermanos que lo harían antes que él.
El joven fue bien contado , el cual dixo á la doncella. que pues su padre no le despreciaba sino por los dineros, que si ella queria esperar, cinco años que él se iría á traballar y morir en las guerras alegre, ya por mar, ya por tierra, hasta tener dineros; al fin ella de nuevo se lo concedió , y se ausentó el espacio de cinco años: trabajando contra los moros, ganó empleos y dinero , ya por mar, ya por tierra,
(…) pero cumplidos los cinco años , el padre la dijo : Hija, fixa es mi deseo que tomes tu compañia. Ella viendo que el tiempo de los cinco años era pasado , y que en este tiempo nada había sabido del enamorado , dixo que le placia obedecer á su padre, y éste la desposó con Azagra , y á poco tiempo hicieron las bodas.
El día de la boda llegan las noticias de que Juan ha vuelto sano y salvo y bastante rico, a su llegada se entera de que su amada Isabel se está casando con otro hombre, lo que le causa un gran dolor. Acude a la celebración y consigue esconderse en la alcoba hasta que llegan los novios.
Concluye el festín al tiempo que , aunque quisiera salir , no pudo : oye que las visitas se van , y á su aposento se recogen los novios ; y queriendo Azagra usar del derecho que el matrimonio le concede , ella le ruega se abstenga de ello por aquella noche , porque esta es sola la que le falta para cumplir al cielo un voto prometido.
El marido le concede el deseo, al poco tiempo se queda dormido, mientras que ella piensa en Juan ya que le han llegado las noticias de su vuelta. En un momento de la noche sale de su escondite y sujeta por las manos a Isabel que se queda sorprendida ya que no esperaba encontrarse a Juan en su alcoba el día de su boda. El muchacho con voz pesadumbrosa le dice…
Escúchame, Segura, no te espantes, que no es mi intento afrentar tu honor, aunque pudiera tomar justa venganza de mi injuria : sola vengo á que me digas , con que motivo , habiéndote servido tantos años con un amor tan sencillo y verdadero , dexando por tu causa mis padres , mis deudos y mi patria , desterrándome á reinos extraños, sin serlo por delito exponiendo mi vida á las picas y á las lanzas ,
precediendo el haberme asegurado con firme juramento de no casarte sino conmigo , aguardando cinco años que aun apenas se han cumplido ; ¿ como, di, te has casado ? ¿no me pudieras, di, aguardar mas tiempo , pues apenas tienes cumplidos quatro lustros ? Desechóme tu padre por ser pobre ; por pobre me desechas tu también, por casarte con hombre rico : pobre confieso soy, y también que serás tu, gran señora ; mas digote que imposible es que te quiera como yo te quiero , pues sabes que por tí padezco y muero.Al tiempo de mi ausencia ¿ no me díxiste, parte y cesen tus recelos , y espera de mí fe , seré constante ? ¿ No dirás, di, la causa que te pudo mover á tal traycion? ¿quándo, di, te ofendí con obras , con palabras o con deseos ? ¿quándo no te serví estando presente? y presente y ausente ¿no te quise? Toma esta daga , y de mi pecho arranca mi triste corazón , que mas es tuyo; quiero mas morir que no perderte.
En 1900 las momias fueron expuestas publicamente.
Realmente una palabras muy hermosas que dejan ver claramente lo que Juan esta sintiendo en ese momento.
(…) (Juan) dio suspiro , diciendo: Bésame , que sin remedio me muero, pero estando ella siempre firme en negarlo, la dijo: á Dios Segura , y no pudo ya pronunciar la a. Dió consigo en el suelo Marcilla , tiéntale Segura cara y frente, hállalo ya sin calor y que no respira ; llamólo por su nombre y no responde.
El muchacho sintiendose morir le pide a Isabel que lo besa a lo que ella se niega. Juan muere irremdiablemente de dolor al ver que ha perdido a la mujer que ama.
(…) (Isabel) Iba considerando muy lastimada el trágico sucéso, y que ella habia sido causa por negar un ósculo á quien hubiera dado por ella dos mil vidas : fulmina contra sí un proceso, haciéndose reo , fiscal y juez , formóse el cargo, sin descargo se halla , pronuncia la sentencia con ira sí , diciendo : que merece muerte quien mató al que debe la vida (…)
Isabel se dirige al sepelio de Juan, dolida y atormentada por haber sido la causa de la muerte de su amante.
¿Es posible que estando tú muerto, tenga yo vida? No tengas de mi fe duda que pueda vivir un solo punto; perdona mi tardanza, que al instante contigo me tendrás. Descubrióle la cara, escovijósela, y le dio un beso tan fuerte, que se oyó en toda la iglesia , y con un ¡ay! faltole el aliento en un instante , y la parca puso en sus ojos un sello.
La muchacha muere en el instante.
Esto son solo fragmentos de un documento en el que se cuenta toda la historia con un bello lenguaje que te hacer revivir el drama.