Los animales más grandes ofrecen mayor resistencia al cáncer

Por Ame1314 @UniversoDoppler

Hace unos 40 años Richard Peto conjeturó que si cada célula viva tiene una probabilidad teóricamente igual de contraer cáncer, entonces los animales grandes deben tener mayores tasas de cáncer que los animales pequeños porque tienen muchas más células y por lo general viven más tiempo. Cuando puso a prueba su idea, sin embargo, el epidemiólogo de la Universidad de Oxford, ahora con 71 años, encontró que esta lógica no funciona en la naturaleza. Resulta que todos los mamíferos tienen tasas relativamente similares de cáncer.

Los investigadores han propuesto varias teorías para explicar la paradoja de Peto. Una explicación sostiene que los metabolismos más rápidos de pequeños animales generan radicales libres más cancerosos. Otras sugieren que la evolución ha dotado a los animales más grandes de genes supresores de tumores adicionales. Aris Katzourakis, biólogo evolutivo de Oxford, cree que la capacidad del animal para eliminar virus que entran y salen de su ADN podría explicar en parte la paradoja, una hipótesis que él y sus colegas presentaron en julio en PLoS Pathogens.

Estos virus que saltan, conocidos como retrovirus endógenos, pueden crear mutaciones cancerosas en los lugares del genoma donde incorporan sus propios genes. Debido a que los virus han evolucionado con los mamíferos durante millones de años, su material genético ha llegado a ser en un 5 a un 10 por ciento de la mayoría de los genomas de vertebrados (incluyendo el nuestro), aunque la mayor parte de ellos están ahora inactivos.

Para comprender cómo los virus endógenos son un factor de riesgo de cáncer, Katzourakis y su equipo de investigadores estudiaron la relación entre el tamaño corporal y el número de retrovirus endógenos que se habían integrado en los genomas de 38 especies de mamíferos en los últimos 10 millones de años. Y descubrieron que, cuanto más grande es el animal adquiere menos retrovirus endógenos. Por ejemplo, los ratones adquirieron 3.331, mientras que los humanos ganaron 348 y los delfines 55.

Parece que los animales más grandes, y de vida más larga, han desarrollado un mecanismo de protección para limitar el número de estos virus. “Si un animal desarrolla un tamaño corporal grande, tiene que crear mayor resistencia al cáncer”, dice Peto, que no participó en el estudio. Katzourakis y su equipo no han identificado el mecanismo, pero predicen que animales como las ballenas y los elefantes pueden tener un mayor número de genes antivirales que limitan la replicación viral o los que son más eficaces. “Han hecho una observación sorprendente,” observa Peto.

No es probable que un solo mecanismo pueda explicar la paradoja de Peto. En los grandes animales evolucionaron probablemente una variedad de maneras para defenderse del cáncer. Esta es una buena noticia, dice Carlo Maley oncólogo de la Universidad de California, San Francisco: “Significaría que hay potencialmente muchas soluciones diferentes para el desarrollo de la prevención del cáncer.”

Artículo Original