En la lucha por los derechos animales se dan cuestiones paradójicas: a pesar de que el movimiento antiviviseccionista lleva en el Reino Unido siglo y medio actuando, sólo el mes de abril pasado el Research Council inglés ha comunicado que, para financiar investigación con animales, deberá calcularse el número de animales adecuado; las normativas existentes son muy rigurosas. Puede verse un comentario en Nature.