Los árbitros benefician casi siempre a los equipos poderosos

Publicado el 29 septiembre 2013 por Aposilio @aposilio

Real Madrid y Barcelona son los clubes que más puntos obtienen gracias a los errores de los árbitros, por eso ninguno de los dos puede quejarse cuando el rival saca provecho de esa situación


Fuente: ine.es

El Real Madrid ganó su partido de Liga frente al Elche en el estadio Martín Valero gracias a la actuación del colegiado Múñiz Fernandez, que señaló un penalti inexistente en el último segundo del tiempo añadido. Una semana antes, el Barcelona logró los tres puntos ante el Sevilla en el Nou Camp en la misma competición gracias a que el mismo colegiado asturiano anuló un gol al sevillista Calas tras un cabezazo a la salida de un córner en acción completamente legal. Además, en la jugada del tanto barcelonista que rompía la igualada a dos, dejó sin señalar una falta de Messi sobre el defensa del equipo andaluz. Esta no es la primera vez ni será la última que tanto el conjunto blanco como el azulgrana se benefician de los errores de los colegiados. Desde que este deporte se hizo tan popular, los trencillas pitan a favor, por regla general, de los poderosos. Más o menos como hacen los jueces en la vida real.
Quien ponga en duda que blancos y azulgranas son los que más réditos sacan de los fallos de los árbitros o es que ha visto poco fútbol o es que es un forofo. Normalmente, el equipo campeón de Liga es el que más puntos ha sumado por mor de los hombres de negro (no los de troika europea). Esto no significa que le hayan regalado la competición de la regularidad, pero casi siempre coincide el campeón con el líder de la supuesta clasificación de los equipos más beneficiados por los trencillas. Por esta razón, el Real Madrid es el club que más puntos ha obtenido en la historia gracias a la desinteresada colaboración de los que imparten justicia en los campos de juego. Porque es el que más títulos ha ganado. Sin embargo, en la última década, es el Barcelona el equipo que más provecho ha sacado de las meteduras de pata de los bien pagados profesionales de negro. La razón: en los últimos tiempos, el club catalán ha ganado más títulos que el resto y su prestigio es mayor.

Fuente: mundo deportivo.com

Seguramente, una ardua investigación en la hemeroteca confirmaría científicamente esta aseveración al milímetro. Lo mismo que demostraría que el Atlético de Madrid, Valencia, Athletic de Bilbao, Sevilla y demás clubes del segundo nivel de poderío del campeonato nacional sacan más puntos por acciones equivocadas de los que deciden sobre el césped que los clubes más modestos, como pueden ser, Rayo, Celta, Getafe, Almería, Granada, etc. Y lo mismo sucede en el resto de divisiones. Los equipos con menos recursos económicos y con jugadores menos conocidos y menos virtuosos técnicamente son, sin duda alguna, los más perjudicados por los colegiados. Lo que ocurre es que cuando un equipo de estos pierde algún punto por la nefasta actuación del árbitro ante uno de los que aspiran a situarse al nivel de madrileños y barcelonistas, la repercusión mediática es infinitamente menor, salvo en la ciudad del equipo afectado. Incluso la injusticia de algunas decisiones pasan prácticamente desapercibidas si los protagonistas son dos clubes modestos. El último ejemplo, en el choque entre Osasuna y Levante de esta jornada. El penalti señalado a favor de los valencianos, que a la postre les dio los tres puntos, fue de risa. Pero su repercusión mediática fue mínima. 
Dando por hecho que ni la entidad que dirige Florentino Pérez ni la que administra Sandro Rosell pagan con sobres en negro a los que se visten normalmente de ese color, la pregunta pertinente sería: ¿Y por qué benefician a los poderosos, que son los que menos lo necesitan? Por varias razones. Una de ellas, bastante importante, es psicológica. Siempre es mucho más difícil y arriesgado hacer daño a un grande de España que a un don nadie. Hay que ser un osado para luchar contracorriente. Las consecuencias pueden ser siempre más dolorosas si se daña al poder establecido. Otra razón es meramente deportiva, pues los clubes con más presupuesto disponen en sus filas de los más virtuosos, a los que siempre es más fácil señalarles una falta o un penalti a favor. Además, siempre es mucho más fácil mostrarle la roja a un trabajador del balón que a una estrella del fútbol. También existen razones mediáticas, pues la presión de los medios de comunicación es mucho menor cuando el error lacera a un modesto. Aunque esto está cambiando si el beneficiado es el Real Madrid. Y, finalmente, pero no menos importante, las razones organizativas, pues los puestos de mando de la Federación y del Comité de Árbitros están ocupados por personas afines a blancos o azulgrana, que son los que tienen poder para desplegar sus redes. Hace años fue el Madrid quien imponía a sus secuaces, y hoy es el Barcelona el que maneja los hilos.

Fuente: defensacentral.com

Por todo esto, ni madridistas ni barcelonistas deberían abrir la boca para quejarse en ningún caso de las actuaciones arbitrales.Y cuando lo hacen, quedan en el más absoluto ridículo, porque es muy fácil demostrarles que se equivocan y que, por norma, son los que más réditos sacan a los errores de los trencillas. Es cierto que hay ocasiones en las que estos dos equipos han salido perjudicados por decisiones de los de negro, hoy a veces también de amarillo, pero son las menos. Y cuando suceden, se diluyen porque, normalmente, los grandes terminan ganando, y la repercusión es menor. Por eso, salidas de tono como las de Piqué en Twitter o Sandro Rosell en declaraciones a los medios tras lo sucedido en Elche solo demuestra que la memoria de estos osados es frágil, pues no alcanza ni a una semana antes, cuando el mismo protagonista les proporcionó por lo menos dos puntos de forma injusta. O, como seguro que lo tienen presente, que carecen de la más mínima honestidad y vergüenza. Lo mismo se podía decir de Mourinho cuando se quejaba de las ayudas que recibía el Barça en sus enfrentamientos.
Y dejo para el final el papel de los periódicos deportivos. Está claro que escriben para un público determinado. Así, tanto As y Marca lo hacen para sus compradores, mayormente madridistas, mientras que Sport y Mundo Deportivo lo hacen para sus clientes, prácticamente todos seguidores azulgranas. Por eso, es lógico que defiendan los colores que responden a sus intereses. Pero en estas dos últimas jornadas se ha evidenciado que unos siguen esta filosofía más radicalmente que otros. Pues mientras los dos diarios editados en la capital no pusieron el grito en el cielo por el triunfo catalán ante el Sevilla, los publicados en la Ciudad Condal no escatimaron en calificativos negativos tras la victoria madrileña frente al Elche. Aquí se puede aplicar el clásico refrán de: "Todo se ve según el color del cristal con el que se mira". Si bien, hay cristales con colores más chillones que otros.