En el segundo, Pico bajó su rendimiento y dejó que el Bombardero de la reina comenzara a jugar y a pegar bien firme la tremenda derecha que tiene. El chileno aprovechó la única situación de quiebre y se llevó el parcial. El último set mostró a un Mónaco muy golpeado anímicamente y a un González lúcido con sus golpes. El argentino poco pudo hacer y el partido se le escapó en un suspiro.
En el segundo set, Zeballos siguió batallando y jugó de igual a igual ante el número 20 del mundo. En los últimos juegos, el checo sacó a relucir su experiencia y se quedó con el partido. Pese a la derrota, esta ha sido la mejor participación del marplatense en un Masters 1000 y de cara al futuro hay muchas esperanzas en que Horacio pueda dar el salto de calidad.
por Gastón Corti