Los arqueólogos encuentran los restos del foro imperial de Sagunto (Valencia)

Por Jenri @labdejenri
Con más de 70 metros líneales es la mayor plaza pública de época romana encontrada en esta ciudad. Se han hallado los basamentos de una puerta de dos metros de ancho, una  cloaca y dos estancias de 5x3,5 metros adosadas al recinto. También han salido a la luz los restos de un convento medieval.

Los arqueólogos muestran los hallazgos a las autoridades locales que visitaron el solar donde han aparecido los restos.
FOTO: LAS PROVINCIAS

Las excavaciones arqueo­lógicas que se han llevado a cabo en el solar Quevedo de Sagunto han sacado a la luz la mayor plaza pública de la época romana que existe en la localidad. Se trata de un re­cinto monumental del siglo II después de Cristo, que cons­tata la gran área que se creó en esta zona de la ciudad en sintonía con el circo romano y la Vía del Pórtico.
Los arqueólogos Víctor Algarra y Maite Sánchez han recuperado dos grandes mu­ros de este monumental re­cinto. Uno de ellos supera los 36 metros lineales, y el otro unos 30 metros, lo que signi­fica que este recinto “supe­raría los 70 metros lineales”, según ha explicado Algarra. Dada sus dimensiones, todo apunta a que se tratara de una gran plaza pública.
UNA PUERTA MONUMENTAL
Además, según el arqueó­logo Víctor Algarra, en el ex­tremo sur del muro este “he­mos encontrado una puerta monumental de este recinto”. “Se han hallado los basamen­tos de lo que sería la puerta, que podría medir más de dos metros de anchura. También se ha recuperado el suelo de la puerta con grandes losas”, matiza Algarra.


Junto a estos dos grandes muros, la pareja de arqueólo­gos ha descubierto una cloa­ca que atraviesa en diagonal este conjunto monumental. Y otro gran descubrimiento ha sido el hallazgo de dos estan­cias que se adosan al recinto. Se trata de dos habitaciones rectangulares de 5x3,5 me­tros. “En estos momentos estamos estudiando la época de estas dos estancias, pero todo apunta a que sean an­teriores al recinto romano, pero que funcionaran juntos durante un tiempo”.
UN CONVENTO MEDIEVAL
De la época medieval, las excavaciones arqueológicas han sacado a la luz el Conven­to de la Trinidad que funcionó en el municipio hasta 1833, cuando la desamortización de Mendizábal cerró las puertas de la mayoría de estos cen­tros religiosos. A partir de esta fecha, el edificio fue uti­lizado para otros usos, inclu­so albergó una instalación in­dustrial hasta principios del siglo XX.
De esta época medieval se conservan parte de las media­neras del convento que datan del siglo XVII cuando se am­plió el convento. Este muro de medianeras se ubica en la parte sur del solar mirando a la calle Ordoñez y Remei.
Los arqueólogos también han hallado la caja de una escalera que comunicaba las estancias del convento, y una noria de más de dos metros de diámetro, que permitía re­gar los huertos que tenía el convento en la zona.
En cuanto a los elemen­tos de cerámica que se han hallado, Algarra destaca que se ha descubierto una gran cantidad de material pero la mayoría en mal estado debido a las obras que se realizaron en los años 70 y que se parali­zaron debido al gran valor de los restos arqueológicos. No obstante, se han recuperado ánforas, cerámica de cocina como ollas y cazuelas, de va­jilla y algún trozo de metal, piezas de hueso, de vidrio y una moneda romana.
INTEGRAR ELEMENTOS Y HACERLOS ACCESIBLES
El hallazgo del gran recinto monumental romano ha obli­gado a la empresa de arqui­tectos Torres Alegría a modi­ficar el proyecto inicial, para poner en valor esta gran zona verde pública de 1.600 me­tros cuadrados, que lleva más de 40 años abandonada. El objetivo es integrar todos los elementos hallados y hacer­los accesibles a la ciudadanía con paneles explicativos. El presupuesto estimado supera los 480.000 euros.
(Fuente: El Periódico de aquí / M. Martínez)