Los artistas buscan de alguna forma entrar en campaña apoyando a su candidatos de preferencia, sacrificando miles de seguidores de bando y bando.
Un sacrificio que aceptan ...
Aquí la carta abierta de Ilan Chester al candidato Nicolás Maduro... Ilan Chester
A mí no me cabe la menor duda que tu inspiración es genuina. Esa pasión por el ideal social y el amor por el pueblo con el que igualmente me identifico, la he percibido como genuina tanto en la persona de Chávez como también en tu persona. Sin embargo igualmente se me hacen obvias muchas contradicciones en relación con el tema de la propuesta socialista y la elemental condición humana que se está viviendo en nuestro país. Situación que admito, no he podido conciliar.
Yo entiendo que a la hora de hablar de la historia contemporánea venezolana tenemos que reconocer las desconsideraciones, los abusos y las corruptelas del pasado. Fueron muchos años de sinvergüenzura. Pero Nicolás, la cosa no ha cambiado para nada. De hecho, la cosa esta bastante peor.
El fervor Adeco/Copeyano de los años 50, que surgió de un sentimiento genuino y donde la gente salió a la calle a protestar los abusos y las arbitrariedades de una dictadura, comenzó con un sentimiento igualmente loable pero terminó dominado por el imperio de la avaricia, la codicia, el deseo de enriquecimiento y el consumo irrestricto de licor. Nuestros verdaderos enemigos. Todos los ideales originales de la solidaridad y la inclusión se contaminaron y el resto es historia; los que estaban abajo se montaron y una vez arriba, perdieron el norte y generaron una nueva forma de caos.
Aquí y ahora, nuestro país está seriamente golpeado. Los niveles de polarización, de corrupción y de ineficiencia solo pueden ser equiparados con los inmensos niveles de frustración y de confusión generalizados en la sociedad venezolana. En el obsesivo y sobre todo agresivo intento de parte del gobierno de mover la palanca social hacia la izquierda radical, ustedes han generado una Venezuela nueva. Nueva pero salvaje, Nicolás. Amigos dejaron de quererse, miles de familias se fracturaron y lo que impera es el insulto, la descalificación y el odio entre los venezolanos.
No Nicolás, la solución no está en forzar a la otra mitad de la sociedad a que acepte la vía comunal y la eventual ausencia de la propiedad privada como forma de vida, a cambio de no seguir dándoles bofetadas de todo tipo. Aceptemos de una vez por todas que no todos pensamos igual y que por no pensar igual, no necesariamente somos apátridas y traidores a la causa nacional. Cuando tú y tus aliados más cercanos usan ese lenguaje descalificador y ofensivo, ustedes hieren el corazón ajeno, generando con ello un profundo dolor y un amargo resentimiento. Reacción que todo hijo sentiría con la conducta de un padre abusivo. De ahí que no puedes contar con esa inmensa cantidad de venezolanos dignos.
¿Por qué lo hacen? ¿Qué ganan ustedes con esto? ¿Acaso no ven lo poco inteligente de esta estrategia? ¿Es que no ven lo bajo que es deleitarse del dolor de la mitad de todo un país? Me pregunto:¿Habrá entre ustedes algún filosofo que más allá de motivarlos a seguir moviendo las 48 clásicas leyes del poder, pueda también inspirarlos a actuar con compasión y cordura para con aquellos que no piensan igual que ustedes? ¿Acaso no entiendes que toda esa algarabía y toda esa camaradería que proyectan a través de los medios la tienen comprada solo una parte del país? ¿De verdad ustedes quieren que la otra emigre, que desaparezca, que muera? A decir verdad y por el ejemplo que están dando, pareciera que es así.
Inclusión es incluir a todos los venezolanos, Nicolás. Es por todas estas razones que mi voto es para Henrique.