Este año se cometieron en España hasta el 10 de septiembre 33 asesinatos machistas según del Instituto de la Mujer (IM), el menor número en este período de los últimos años.
De ellos, al menos tres de esas muertes no deberían considerarse machistas pues fueron cometidas por hombres de edad elevada cuyas esposas padecían enfermedades incurables y avanzadas, como el alzhéimer, y que suicidándose ellos después pretendieron evitar la agonía de ambos. Los tres hombres eran españoles.
Mientras el gobierno mantenga los datos sobre el origen español o no de los presuntos asesinos –Podemos exige que se eliminen-- el propio IM señala que de esos 33 asesinatos los españoles cometieron 18, que serían 15 si descontamos los “crímenes por piedad”.
Pero los otros 15 asesinatos fueron cometidos por personas de otras nacionalidades, 12 de ellos en mujeres también extranjeras y tres en españolas.
Deben revisarse ahora distintos datos que facilita el Instituto Nacional de Estadística (INE):
1.- España tiene 46,6 millones de habitantes, de los que 22,8 millones son varones y 23,7 son mujeres de todas las edades.
2.- Casi 4,6 millones son extranjeros de todas las edades, por lo que la proporción de hombres y mujeres debe ser similar: 2,3 millones de cada sexo.
Con 15 asesinatos machistas de españoles y 15 de extranjeros, proporcionalmente estos últimos matan diez veces más mujeres que los españoles, o por cada mujer que mata un machista español, los extranjeros en España matan diez, la mayoría también extranjeras.
Lo que debe atribuirse a las diferentes culturas, la española, menos agresiva, y la de los países que el IM no especifica y de donde proceden los homicidas, donde existen los feminicidios.
Pero las campañas feministas contra el machismo presentan a los españoles como como si fueran esos feminicidas, además de maltratadores y violadores.
No es así, debe decirse y tienen que rechazarse esas acusaciones.
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SALAS