Los astrónomos observan 150 años después la gran erupción de Eta Carinae

Por Ame1314 @UniversoDoppler

Eta Carinae, una de las estrellas más masivas de nuestra galaxia, la Vía Láctea,  incrementó inesperadamente su brillo en el siglo XIX. Durante diez años, alrededor de 1850, fue la segunda estrella más brillante en el cielo. Ahora ni siquiera está el top 100. El aumento de la luminosidad era tan grande que se ganó el título de Gran Erupción. Una nueva investigación de un equipo que incluye a José Prieto de Carnegie, ahora en la Universidad de Princeton, ha utilizado la técnica conocida como “eco de luz” para demostrar que esta erupción era muy diferente de lo que se pensaba. Su trabajo se publica en Nature.
Eta Carinae es una variable luminosa azul (LBV), lo que significa que tiene períodos de oscuridad, seguidos de períodos de brillo. Las variaciones en el brillo de unaLBV son causados por una inestabilidad creciente y pérdida de masa. La gran erupción fue un evento extremo y único en el que la estrella, que tiene más de 100 veces la masa del Sol, perdió varias veces esta misma masa. Los científicos han creído siempre que este raro tipo de erupción fue causada por un viento estelar.
El equipo de científicos, dirigido por Armin Rest, del Space Telescope Science Institute, utilizó imágenes de Eta Carinae de más de 8 años de observaciones para estudiar los ecos de luz de la Gran Erupción. Por primera vez, se observó la luz de la erupción que rebotó, o hizo eco, en nubes de gas, a decenas de años-luz de la estrella. Esas decenas de años luz extra significan que la luz está llegando a la Tierra ahora y no hace dos siglos, cuando lo que se observó fue la luz que viajaba directamente hasta aquí.
A continuación, se utilizaron los telescopios  Magellan y du Pont en el Observatorio Las Campanas, en Chile, para obtener espectros de estos ecos de luz. Los espectros permite que la luz se separe en sus componentes, al igual que una gota de lluvia de forma natural actúa como un prisma y separa la luz solar en los colores del arco iris. Estas observaciones proporcionan información importante acerca de la composición química, temperatura y velocidad del material expulsado durante la erupción.
Lo más sorprendente, es que las observaciones muestran que la gran erupción es diferente del acontecimiento conocido como “Falsa Supernova”, sucesos en las galaxias cercanas que se cree que son erupciones de LBVs. Por ejemplo, la gran erupción fue significativamente más fría de lo permitido por modelos simples de viento modelos utilizados para explicar estas falsas supernovas.
“La erupción gigante de esta estrella ha sido considerado como un prototipo para todas las “Falsas Supernovas” en galaxias externas”, dijo Prieto. ”Sin embargo, esta investigación indica que en realidad es un caso único.” 
Por lo tanto, los científicos aún no saben qué fenómeno causó que Eta Carinae estuviera apunto de estallar y perdiera tal cantidad de masa sin ser destruida. Se necesitarán más investigaciones para determinar si otros modelos propuestos podrían haber provocado esta actividad.

Las imágenes revelan la luz de una explosión masiva de estrellas en la Nebulosa de Carina se refleja en las nubes de polvo que rodean a un monstruoso sistema doble estelar, un fenómeno llamado eco de luz. El color de la imagen de la izquierda muestra la Nebulosa Carina, una región de formación estelar situada a 7500 años luz de la Tierra. Eta Carinae reside en la parte superior de la imagen. El sistema doble, alrededor de 120 veces más masivo que el Sol, produjo una explosión espectacular que fue visto en la Tierra desde 1837 hasta 1858. Pero parte de la luz procedente de la erupción realizó un camino indirecto y acaba de llegar a nuestro planeta. La luz difusa de nubes de polvo (la franjaa de unos 100 años-luz de distancia en la parte inferior de la imagen)  fue desviada a la Tierra. La imagen fue tomada por el telescopio  de 4 metros de diametro del  U.S. National Optical Astronomy Observatory.

Enlace original: Astronomers watch delayed broadcast of a rare celestial eruption

Créditos imagen: NASA, NOAO, and A. Rest (STScI)

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