Sinopsis Editorial:
País Vasco, 2007. Tras el fracaso de la última tregua, ETA prepara un nuevo golpe para demostrar su cuestionada fortaleza. Dos encapuchados secuestran a punta de pistola a Bixen Alzola, profesor de universidad y defensor de la vía pacífica como única alternativa para solucionar el conflicto vasco. Cuando su mujer, Leire, recibe la llamada de la organización terrorista reivindicando la acción, siente que su mundo se resquebraja. Sabe que las posibilidades de que su marido salga indemne son mínimas. Durante esa larga noche, Leire toma una decisión: hará todo lo que esté en su mano para salvar la vida de su marido.
¿De qué será capaz? ¿Hasta dónde está dispuesta a llegar? Y ¿qué precio va a pagar por ello? Porque ya nada será igual. No hay vuelta atrás. Nunca la hay cuando se traspasan ciertos límites.
Sinceramente aun no tengo muy claro qué opino de esta novela. Lo cierto es que es una novela que sí me ha enganchado, y aunque sé que es ficción, al ser ETA algo tan real y que tanto ha marcado la historia de este país, intentar (solamente intentar) creerme lo que aquí se cuenta me ha costado un montón.
“Los ausentes” es la historia de un secuestro, la historia de Bixen y Leire. ETA ha secuestrado a Bixen, un profesor de la universidad, que como dice la sinopsis, es defensor de la vía pacífica como única alternativa para solucionar el conflicto vasco. Cuando se ponen en contacto con Leire, la mujer de Bixen, le indican que tienen a su marido y que no puede denunciar su desaparición hasta el día siguiente. Por supuesto el mundo de Leire da un giro completo tras esa llamada y sí al día siguiente va hasta la policía, pero lo que ocurre a partir de ese momento es… ¿demasiado increíble?
Yo no tenía ni idea de qué tramaba, pero tras la charla con la policía no entendía nada, hasta que las cosas siguen avanzando y la verdad es que todo me ha resultado simplemente “demasiado”.
¿En serio una mujer en la situación de Leire sería capaz de hacer eso? Está claro que Leire tiene miedo, piensa en todos los secuestros que la banda ha llevado a cabo y no han salido bien y teme por la vida de su marido, algo absolutamente lógico pero me ha costado mucho ponerme en su piel (de hecho no lo he logrado) y aunque la lectura sí me ha enganchado porque evidentemente quería saber cómo iba a terminar esta historia que desde el principio me olía a tragedia griega, no ha sido una lectura que me haya entusiasmado especialmente.
Está claro que es una lectura ágil donde, mientras la trama avanza, la autora nos va presentando las historias detrás de los personajes (terroristas o no), pero también está claro que por mucho que conozcas los motivos de los terroristas por pertenecer a la banda armada, nada justifica las acciones tan violentas que llevaron a cabo durante tantos años en este país y que tantas vidas se cobraron.
Si como yo, además, has vivido en el País Vasco durante los años más duros del terrorismo, verás que el ambiente que se respira durante la novela está muy bien logrado y a mí personalmente ha conseguido llevarme de vuelta al que fue mi hogar durante muchos años.
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