Se pueden escribir páginas y páginas sobre este disco, pero eso lo resume todo. Grabado durante el verano de 2010 y mezclado por el maestro José María Rosillo (La Buena Vida, The Sunday Drivers), con recursos artesanales y la auténtica baja fidelidad por bandera, “Lo que quiero” es el reflejo de César y Clara, dos compositores con voz propia, que completan las canciones del otro con una convicción y un oficio inhabituales en una escena en la que prima el amateurismo y la mímesis. Nadie podría haber escrito “Rata de dos patas” o “Tiburones blancos” más que ellos. No es que sean buenos –que lo son–, es que son únicos.
Manuel Piñón -