El dossier utilizado para la presentación de la noqueada candidatura de Madrid 2020 lo elaboró una empresa de dirección de proyectos con base en Londres: sólo la traducción ha costado algo más de veinte mil. Con esa misma cantidad, la Fundación Vicente Ferrer puede construir 12 viviendas dignas en Anantapur para personas de las castas más bajas de la India, viviendas que podrían resistir las lluvias monzónicas o las temperaturas de hasta 45º que se dan por la zona y también evitar las picaduras de serpientes y de escorpiones tan habituales en personas que comúnmente habitan en cabañas sin los servicios públicos básicos.
Hace unos años, esa cifra en euros como salario bruto anual se consideraba un sueldo medio: cualquiera sabe lo que significa ingresar mensualmente 1600 euros brutos en un año tan poco propicio como 2013. Por su parte y tras la renovación de su contrato con el Real Madrid, en sólo medio día Cristiano Ronaldo se embolsa unos 23 mil euros, así bien se comprende que semanas antes hubiese declarado “Mi futuro está en el Real Madrid”: ¡Qué no daría yo por esa clarividencia!
El papa Francisco, en su reciente visita a Brasil para presidir la Jornada Mundial de la Juventud, donó veinte mil euros a una favela y a un hospital. Es curioso que la diputación de Málaga (recordemos: un ente público que, como tal, es de carácter laico) destinara una cantidad similar en el año 2011 a dos cofradías de esa capital para que acudieran a la celebración del mismo acto que entonces tuvo lugar en Madrid.
Calladitos y pasivos seguimos esperando una respuesta contundente al despilfarro del dinero ajeno que, como se puede observar, es una batida de alas de mariposa que provoca un huracán en el otro extremo del mundo o ahí al lado una vez pasada la esquina: no sólo nos empobrecemos por lo que se afana de lo público, sino también por lo que se malversa, por lo que no se destina a lo más adecuado. Y no nos engañemos: el simple ahorro no implica buena gestión de los recursos. ¿El dinero ahorrado en transporte con vehículo oficial del alcalde de Los Barrios ha revertido en algo necesario y productivo o ha terminado desviado en alguna insensatez a la que nos acostumbraron estos últimos años nuestros políticos megalómanos?