Al poco tiempo, la prima de riesgo subía y la bolsa bajaba –movimientos opuestos sincronizados que ocurren a menudo últimamente—, entonces se nos dijo que había que sacrificarnos más, y nos presentaron unos presupuestos por debajo de los límites deseables, con recortes intolerables en todos los sectores. Eso sí, sin tocar a la Iglesia, con una disminución ridícula a la Casa Real y al presupuesto de Defensa, y seguido de una amnistía fiscal para los grandes defraudadores.
Pero tampoco fue suficiente, Los Mercados, insaciables, querían más. Y entonces este gobierno-tijeras nos recortó 10.000 millones en las partidas más sensibles socialmente, Educación y Salud.
Y, a los pocos días, otra vez volvimos a las andadas. Eso tampoco había solucionado el problema. Ahora resulta que lo que todos los expertos dicen cuando estalla la situación pésima de Bankia, es que –después de la crisis creada por los políticos del PP y con la complacencia de MAFO— lo prioritario siempre ha sido la reforma del sector financiero.
Pero vamos a ver, pregunto yo, un alma cándida, un engañado, un paganini, ¿No era lo importante la reforma laboral o subir los impuestos o hacer una Amnistía fiscal o recortar más en Educación y Sanidad? Porque si lo importante era solucionar el problema de los bancos –naturalmente con nuestro dinero—, ¿Por qué no se dijo y se empezó por ahí?
Esto parece no tener solución. Ya verán ustedes como cuando nos hayamos quedado secos, sin un euro, por ayudar a los bancos, saldrán con otra. Cualquiera sabe por dónde, pero habrá otro tema clave que arreglar, y que naturalmente nos costará otros miles de millones de euros. Los Mercados son insaciables y nuestros gobernantes más que súbditos, esclavos de ellos.
A ver, si de una puta vez, son capaces de decirnos cuál es el plan que van a seguir. Porque, si nos explican todo lo que queda por recortar, entonces podremos optar bien por rezar --el que sea creyente--, bien por resignarse --que es lo que hace la mayoría--, bien por emigrar a un país decente, o bien por hacer la revolución. Pero no es aceptable que nadie explique nada y que veamos cómo los parches que va poniendo este gobierno se despegan y la balsa se vuelve a hundir.
Eso sí, miren por donde, al pobre ciudadano que no puede pagar la casa, le desahucian y además le dejan con una deuda de por vida. El empresario quiebra y desaparece su empresa dejando en el paro a los trabajadores, aunque él salve su patrimonio. Sin embargo, los banqueros, hacen quebrar los bancos y se les da una buena indemnización para que no tengan problemas en el futuro, sin ninguna penalización.
Rato se va, después de haber hundido a Bankia y lo hace con una indemnización de 1,2 millones que naturalmente pagamos nosotros. ¿Dónde están los tiempos en que los banqueros mangantes iban a la cárcel? Yo recuerdo que en una ocasión uno fue a prisión por su gestión en el banco, me refiero a Mario Conde.
Conde fue procesado porque se encontró un agujero de 2704 millones de euros, o sea por poco más de la cuarta parte que se ha de inyectar a Bankia de dinero público. Si aquello era un agujero financiero, esto es un agujero negro, capaz de tragarse al más pintado. Pero ahí está, Rato sigue sonriendo.
¿Cuándo se va a pedir responsabilidades económicas y penales a estos banqueros, de tres al cuarto, que utilizan nuestro dinero como si jugaran al Monopoly? ¡Ah! que ahora que me acuerdo, aquel Conde era un opositor político y había que eliminarlo, lo de Banesto fue una excusa.
Por cierto, que otro que se marchará antes de verano es el “amigo” MAFO, justo ese que se ha dedicado a dar consejos contra los trabajadores, constantemente, animando a rebajar sueldos, a hacer reformas laborales duras, a jalear los aumentos de impuestos, etc. y resulta que su trabajo, por el que se le paga, controlar a los bancos y su solvencia, no lo ha hecho, ahí está el caso de Bankia, que no es el único.
No se preocupen, MAFO, saldrá con una buena indemnización y sin ninguna penalización. Y aquí paz, y después gloria.
Y yo, que reconozco ser un ingenuo, pensaba que eso de “la banca siempre gana” era por los casinos, y resulta que ahora me entero de que también fuera ocurre lo mismo. Y es que no hay nada como ser banquero, si lo hacen bien se forran, si lo hacen mal también. Nunca pierden.
Los malos banqueros son como las ratas. Cuando se hunde el barco, son los primeros en largarse, eso sí, a estos además les ponen un puente de plata.
Salud y República