Se siguen desarrollando nuevos estudios e investigaciones que tienen el objetivo de interpretar la forma en la que aprenden y asimilan el conocimiento los bebés desde edades muy tempranas, y al respecto un grupo de investigadores de la Universidad de Rochester han podido comprobar que los bebés son capaces de incorporar nueva información centrando su atención en situaciones de complejidad intermedia, evitando aquellas que son sumamente complejas para ellos y pasando por alto las que son demasiado sencillas, ya que los aburren.
Los niños por lo tanto prestan atención en todo aquello que no sea demasiado complejo ni extremadamente simple para sus capacidades, por lo que se concentran en aquellas cosas que presentan un nivel justo entre complejidad y sencillez, y de allí van tomando el aprendizaje necesario para su desarrollo en todos los niveles. Para saber esto se realizó un estudio sobre un total de 727 bebés con ocho meses de edad, y se los conectó a una serie de dispositivos de seguimiento ocular, por lo que se pudo identificar el movimiento de los ojos mientras veían diferentes animaciones de video en una pantalla.
Las imágenes eran secuencias o eran pantallazos en los que se colocaban varios objetos en diversas partes de la pantalla en períodos de prueba de corta duración cada vez, en general la prueba fue capaz de demostrar que los bebés pierden el interés muy rápido cuando lo que veían en la pantalla se les hacía aburrido, ya sea por ser repetitivo o por ser complicado para ellos, por lo que instintivamente apartan la mirada de la pantalla, en ese momento se detenían las pruebas en cada caso, por lo que los niños identificaron que tenían cierto control de los objetos y artículos que estaban viendo, por lo que aprendieron a mantener sus ojos en la pantalla si querían ver más de lo que les estaban mostrando.
Se pudo comprobar entonces que los bebés buscan información en situaciones de complejidad intermedia ya que esa es la mejor forma que tienen para aprender del entorno que los rodea sin saturarse demasiado, además son buscadores activos de estímulos en receptores pasivos. Una vez tomada la información los bebés tienen un alto nivel de procesamiento cognitivo dentro de su cerebro, por lo que analizan una situación e identifican si es lo suficientemente nueva para emocionarlos pero no tan complicada para abrumar sus receptores.
Esto explica muchas otras reacciones repetitivas de los niños ante situaciones aparentemente simples, como por ejemplo, a la hora de querer leer una y otra vez el mismo cuento, la razón sería que el niño disfruta de la experiencia ya que en cada ocasión pueden hacer una comprensión de algo nuevo y diferente de la historia, que ya saben que es entretenida y que no escapa a su entendimiento.
Vía | Aprender más
Foto | 44444 U.A.E de Flickr
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Los bebés aprenden de situaciones medianamente complejas