Los investigadores analizaron a menores de 15 meses. Los separaron en dos grupos, a los que les enseñaban palabras inventadas y reales en inglés. Al grupo A lo hacían dormir tras cuatro horas de interacción y a los del B los dejaban despiertos.
Tras esto, los bebes que mejor pudieron identificar las palabras y hacer relaciones entre unas y otras fueron los que tomaron una siesta. Esto llevó a la conclusión de que los niños que duermen tienen más posibilidades de lograr la abstracción, un nivel avanzado de aprendizaje, explicó Neomundo.
“Los niños deben dormir después de incorporar información para ser capaces de trabajar en ella de manera abstracta. Si no descansan dentro de las 4 y 8 horas, probablemente pierdan todo el proceso”, dijo uno de los investigadores, según citó el medio argentino.
Foto | pontuseFuente: La Tercera. Enviar por correo electrónico Escribe un blog Compartir con Twitter Compartir con Facebook Compartir con Google Buzz