“Los beneficios de la lectura para nuestro cerebro”

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

Enviado por Literatura SM el 14 Junio 2016

«Leer supone el ejercicio más eficaz para nuestro cerebro. Ya sabíamos que la lectura es productiva para aprender, ampliar vocabulario, avivar la imaginación o reducir el estrés, pero los avances en neurociencia de los últimos tiempos revelan que además, incluso a nivel fisiológico, leer es una de las actividades más provechosas a nivel cognitivo que podemos realizar.»

Cómo lee el cerebro

Como sabrás, nuestro cerebro se divide en dos hemisferios que trabajan conjuntamente, aunque para determinadas funciones, uno de ellos es más eficaz que el otro. Así, mientras el hemisferio derecho, llamado visual u holístico, se encarga de nuestra percepción corporal y espacial y maneja imágenes visuales, el hemisferio izquierdo, llamado lógico o simbólico, procesa la información secuencialmente y controla el lenguaje.
Cuando aprendemos a hablar, nuestro cerebro trabaja con la relación entre la palabra escrita y su sonido al ser pronunciada. El hemisferio derecho es capaz de reconocer palabras enteras, mientras que el izquierdo decodifica las partes de la palabra y su significado. Cuando nos acercamos a las palabras por primera vez, en torno a los 2-3 años, el hemisferio derecho ocupa un papel relevante, aunque más tarde, entre los 5-7 años, momento en que empezamos a escribir, es el hemisferio izquierdo el que toma protagonismo.

Son tres las áreas del cerebro que intervienen en el proceso de leer y en la comprensión de lo que leemos: el área de Broca en el lóbulo frontal, el área de Wernicke en el lóbulo temporal y el Giro angular en el lóbulo parietal.

La primera de ellas,  el área de Broca, controla nuestra capacidad de hablar y se activa siempre que leemos, ya sea en silencio o en voz alta, transforma las palabras en un código auditivo, de ahí que, al leer, tengamos la sensación de escuchar nuestra propia voz mentalmente, excepto las personas sordas de nacimiento, que generan imágenes visuales, y las personas ciegas, que activan un código táctil cuando aprenden Braïlle. Es decir, el cerebro humano es enormemente flexible y capaz de crear distintas vías para interpretar y asimilar la escritura. En cuanto a las otras dos áreas, Wernicke y Giro angular trabajan para que entendamos la sucesión de letras frente a nuestros ojos, descifran el código de la escritura, los fonemas, y lo traducen a sonidos. También se sabe que el Giro angular guarda las palabras completas, ligadas por un sonido o significado similar. En conclusión, cuando aprendemos a leer —de niños o de adultos— se activa el sistema visual para reconocer la grafía y el sistema de habla para reconocer sonidos, y entre ambos consiguen establecer relaciones que nos permiten comprender lo que vemos y darle un significado.

Sin embargo, leer implica mucho más que reconocer signos y otorgarles significado. Está demostrado que la lectura pone en marcha otras regiones cerebrales como si despertaran todos nuestros sentidos. Por ejemplo, al leer términos como perfume o tarta de chocolate, las áreas responsables del olfato y del gusto se activan gracias a nuestra memoria sensorial. Y no solo la sensorial, sino también la emocional cuando nos encontramos con un fragmento de texto que despierta en nosotros alegría o tristeza. En cierta forma, por un lado somos conscientes de no vivirlo en primera persona, pero nuestro cerebro responde sin diferenciar entre realidad y ficción. ¡Fascinante! Además, también se activan otras áreas cerebrales según el género que leemos. Por ejemplo, la poesía pone en marcha regiones relacionadas con percepción y reconocimiento musical, algo que no sucede con la prosa.

Los beneficios de la lectura

No importa el género, el idioma o la longitud, cualquier cosa que leamos con regularidad repercute positivamente en nuestro cerebro.

Ninguna actividad es tan compleja para nuestra mente y a la vez tan satisfactoria y productiva como sentarse a leer. Desde la ortografía hasta el bienestar emocional, la lectura es divertida y saludable.

Como complemento pongo un vídeo titulado ‘5 Beneficios de la lectura científicamente probados’.

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