Durante todo el encuentro, los hombres de Doc Rivers demostraron el querer y no poder de una plantilla a la que le cuesta encontrar el ritmo en ataque y que no logra mantener una buena y dura defensa durante los 48 minutos de juego.
Durante el segundo partido de la semifinales, el conjunto del trébol no supo marcar el ritmo del partido, no hizo honor al título de mejor defensor en temporada regular y provocó excesivas pérdidas de balón que mantuvieron a unos ansiosos Heat dentro del partido hasta que tras un empate a 80 puntos en el marcador, Mario Chalmers y posteriormente LeBron James acabaron con cualquier opción de victoria para los verdes.
Precisamente LeBron James junto a Dwayne Wade, se bastaron para derrotar a los Celtics por (102-91). Los 80 puntos encestados entre los tres principales integrantes de los Heat hablan por sí sólos.
En ningún momento se vio posible alcanzar a poder parar tanto a Wade como a James. Ray Allen se vió constantemente superado por el escolta de los Heat, mientras que Paul Pierce pese a intentarlo cedió ante la presencia de LeBron.
Por primera vez en estos cuatro magníficos años hemos tenido que soportar como la burlas y la arrogancia de LeBron James parecen al fin empezar a cobrar algo de lógica. Hemos sido su bestia negra durante cuatro años, hemos sido el mejor equipo de la liga durante buena parte de ese tiempo, la mejor defensa, los más temidos.... pero parece acercarse un fin por el que nos volverá tocar pasar una vez más a los aficionados de los Boston Celtics.
No obstante, jamás bajemos lo brazos ni tiremos la toalla con este equipo. El orgullo de los Celtics aún no ha hecho acto de presencia y a pesar de ser más viejos, contar con varios lesionados y no acabar de encontrar nuestra esencia sobre la cancha deberemos confiar en la remontada.
Un 2-0 adverso que de revertirse en el Garden nos volverá a situar en lo alto de la liga. Doc Rivers y sus asistentes, junto a los jugadores, deberán plantear los dos próximos partidos como una lucha a muerte. Es hora de comenzar a probar sistemas arriesgados, de darlo todo y de esperar que Shaquille O´Neal regrese.