La verdad es que, a veces, no consigo entender qué ideas pueden pasar por la cabeza de ciertos creadores. Se supone que, en el fondo, este tipo de películas son para niños.
Bien, yo no tengo hijos, pero si los tuviera ni se me pasaría por la imaginación hacerles pasar por la experiencia de ver semejante bodrio. Les crearía un trauma seguro.
Además de ser aburrida y sin gracia, es fea, los muñecos realizados en stop-motion son desagradables a la vista. Incluso, el supuesto mensaje de fondo, que pretende enseñar a los niños algún tipo de valor moral, se diluye entre tanto despropósito.
Nota: 2/10