Está claro que he decidido ponerme un poco las pilas en lo que me queda de "vacaciones" por las tardes, dentro de nada volveré a complementar el trabajo con las clases y ya veremos cuanto tiempo dedico a los dos blogs, pero no quiero avanzar acontecimientos y me centro en lo que estoy ahora :)
Hoy os quiero hablar de un libro que terminé hace muy poquito y que quería dejar reseñado para centrarme en el mes guerrero (ya he leído La llave de Sarah y estoy terminando Los juegos del hambre), o sea que...
SINOPSIS
El director financiero de una compañía de cosméticos mata a su esposa y luego se suicida. Lo que parece un caso de violencia doméstica, se revela como algo más complejo al hallarse incidios que lo relacionan con otra muerte.
Mientras, encerrada en casa por una prematura baja médica, Leire Castro, la pareja de investigación de Héctor, sigue la pista perdida de Ruth y no sospecha que puede destapar peligros que nadie había imaginado.
Después de una muy buena racha de libros que me han tenido enganchada muchos días al Ipad, he tropezado un poco con éste, un libro que a priori debería haberme gustado por su argumento, por las buenas críticas recibidas, por las excelentes ventas (es verdad que esto no siempre es garantía de calidad) y no ha sido del todo así, no puedo decir que sea malo o que no lo recomiende a nadie o que deberíamos quemarlo en la hoguera pero no ha llegado a dejarme un buen sabor de boca, y ahora os contaré por qué! Añadir que esto es únicamente mi opinión y por ello sois vosotr@s quién tenéis que decidir :)
Los buenos suicidas es un título que llama la atención, hace que nos paremos a ver de que va pero... creo que sólo se queda ahí, en un gancho para atraer lectores y luego sólo tiene que ver un poco de refilón con el libro. Y la portada esta vez no me desagrada demasiado, no me mata pero tampoco le veo mucho el qué.
Nos encontramos con unas 380 páginas, divididas en 10 apartados con el nombre de cada uno de los personajes y después estos apartados están divididos en capítulos, contando con 45 en total. Lo de empezar cada apartado con el nombre y centrarse en ese personaje a lo largo del apartado me ha gustado, me ha parecido cómodo para ir recordando los personajes e ir recabando información sobre ellos.
Esto ya nos da una pista sobre la inexistencia de protagonistas claros, es una novela coral donde se cuenta la historia de varios personajes a la vez, sin que ninguno destaque por encima de los demás y eso me parece si más no, diferente, proque en novelas policíacas no es lo habitual, siempre es el investigador quién lleva la voz cantante y el protagonista absoluto.Está escrita en tercera persona por un narrador omnisciente, es quién nos mueve a través de los personajes, nos informa de todo lo que tenemos que saber y de los sentimientos y pensamientos de cada uno de ellos.
En Los buenos suicidas nos encontramos con dos tramas independientes dirigidas por dos personas también diferentes, por un lado tenemos varias muertes que inicialmente parecen suicidios pero que deben ser investigadas ya que hay mucho más detrás de lo que creemos al inicio, ésta investigación la dirige el inspector Héctor Salgado junto con Roger Fort, un policía novato que sustituye a la compañera habitual de Salgado que está de baja por maternidad.
Por otro lado, tenemos la desaparición de Ruth, la ex mujer del inspector Salgado, ya cuando empezamos el libro ha desaparecido y su ex ha sido apartado del caso (lo que no es normal es que se lo dieran a él por razones obvias), sin ninguna pista sobre su paradero o sobre si está viva o muerte, Leire Castro decide dedicar su tiempo a esclarecer el caso, ella es la compañera embarazada de Héctor y como está aburrida en casa, piensa en hacer algo para pasar más rápido los últimos meses antes de que nazca el bebé.Las dos tramas como decía, son independientes, una transcurre sin interferir en la otra y la verdad es que ninguna de las dos consigue llegar a engancharme demasiado, la primera a priori me parecía más interesante pero a medida que iba leyendo me dejó de interesar y más cuando me daba cada vez más la sensación de que el autor le iba añadiendo páginas simplemente para rellenar, intentando que el secreto que determinados personajes ocultaban nos retuviera pegados al desenlace pero sin conseguirlo, algunos capítulos no aportan ningún tipo de información y parece que están por estar, ale 20 páginas más y seguimos a partir de aquí y fuf, oye que yo tengo muchas más cosas que leer para perderlas con relleno!
Por ello, cuando la trama de los suicidas me dejó de interesar, me centré más en la desaparición de la mujer para finalmente sentirme totalmente decepcionada por cómo el autor cortaba la historia de raíz.
Ahora entenderéis porque el libro no me ha dejado un buen sabor de boca! Por un lado alarga una de las tramas a más no poder, consiguiendo que cuando conocemos el secreto acabemos pensado: ¿Y por eso todo este rollo? y en cambio, la otra trama avanza poquito hasta que de golpe se te queda cara de xxx (lo que se os ocurra) porque la para de golpe y te deja un capítulo final para que leas su próxima novela!
Me da la sensación que Toni Hill tuvo bastante éxito con su primera novela (El verano de los juguetes muertos), la que precede a ésta y donde conocemos a los personajes principales y pensó en sacar rápidamente una segunda, fuera como fuera, para mantener público y enganchar con el inspector Salgado... yo no escribo pero creo que las novelas deben dejarse madurar y no sacarlas rápidamente para aprovechar la fama, espero de verdad que la tercera entrega sea mejor que la que he leído yo! Lo que peor me sabe es no haber empezado por la primera, pero no se me ocurrió buscar si había una anterior y ahora dudo si la acabaré leyendo o no.
El libro no empieza mal, al contrario, me enganchó pero luego va perdiendo fuelle y el final es bastante previsible y poco sorprendente. Es cómo si buscase escribir una novela compleja, con muchísimos personajes e historias y no hubiera sabido enlazarlo y darle una coherencia. No quiero decir que queden cabos sueltos ya que los que quedan es porque el autor así lo decide para que sigamos con la serie, pero lo que era un intento de complejidad acaba en algo simple.
Respecto a los personajes, cómo decía antes hay demasiados para tan pocas páginas, llegó un momento en que tenía que pensar quién era quién y que le unía a los demás. De todas maneras, Hill ha conseguido al menos dotarles de su propia personaldiad, no son planos, especialmente destaca Héctor Salgado y Leire Castro, de quienes conocemos carácter, pasado y presente, emociones, sentimientos... es quizá la mejor parte de la novela, el tratamiento que hace de algunos personajes, aunque luego a otros los deja en la estacada, haciendo que se comporten de forma rara y no coherente con lo anterior leído sobre ellos, por eso cuando digo que es quizá lo mejor, también lo pongo en duda.El escenario donde transcurre la acción es Barcelona, una ciudad que conozco y he podido ir reconociendo a través de las descripciones del autor. En el libro encontramos largas y detalladas descripciones de los sitios pero también bastante , es cierto que algunas veces se me ha hecho bastante aburrido de leer pero era por la poca importancia de lo que ocurría, no por la cantidad de descripciones o diálogo.
Es un libro bastante fácil de leer, con un lenguaje sencillo y directo y que si nos engancha podemos tener terminado en un par o tres de días.
Resumiendo, un libro que personalmente no me ha gustado pero que a otras muchas personas sí y que por tanto, tenéis que decidir vosotros si le dáis o no una oportunidad :)
Se me ha hecho algo pesado llegar al final porque hay capítulos que he encontrado especialmente aburridos y sin importancia para la trama y cuando he conseguido acabarlo, me he sentido decepcionada porque el esfuerzo no ha servido de mucho! Un libro que difícilmente perdurará en mi memoria pero que os aconsejo que si lo queréis leer, cojáis primero El verano de los juguetes muertos, así empezáis la serie por su inicio!