Como ya dejé dicho en twiter, con este libro de me ha sucedido algo que casi, casi, había olvidado: lo he dejado plantado sin complejo de culpa alguno. He de aclarar que el libro que la editorial Alba ha sacado lujosamente editado se compone de dos novelas cortas: la primera, "Los caballeros las prefieren rubias"; y la continuación de ésta titulada "Pero se casan con las morenas".
Decidí leer el libro empujado por el título de la primera novela. Muchas cosas me llamaban a hacerlo: la primera y principal era de índole familiar dado que desde siempre vi en mi casa, entre los libros de mi padre, uno titulado "obra de teatro con un prólogo y dos actos, escrita por Sabía que era una obra humorística y por eso la semejanza en el título con la novela de dirigió , y que contaba en los papeles protagonistas con
Mi lectura transcurrió sin sobresaltos aunque sí con cierto aburrimiento por lo repetitivo de la historia que en ella se cuenta. Nos encontramos ante dos chicas procedentes de Arkansas que actúan como cantantes y bailarinas en varios salones. De las dos, Lorelei aparenta ser la más superficial, siendo el sueño de su vida casarse con un millonario. Gracias a sus persuasivas cualidades consigue enamorar a " Gus Eisman, el Rey de los Botones", quien es capaz de hacer cualquier cosa por ella, como regalarle constantemente ropas y joyas.
Precisamente es este afán por mostrarnos a unas mujeres que usan su atractivo y su " modernidad" para sacar a sus tontos y millonarios admiradores todo lo que pueden, lo que hace cansina y por demás repetitiva la novela (" decidí que lo que más desanima a los caballeros es que una vaya de compras . ", sobre todo si tiene que pagarlas a cambio de nada).
Lorelei y Dorothy son mujeres de extracción rural con escasísima cultura por lo que el enamorado de la primera, Gus Eisman, se cree en la obligación de ' civilizarla' y culturizarla a fin de hacer más llevadera su introducción en los círculos urbanos, cultos y elitistas de su clase social. Como la culturización de un americano de clase alta pasaba en los años 20 obligatoriamente por Europa, Lorelei y Dorothy viajarán a Londres, París y Viena aprovechando que el señor Eisman piensa comprar en esta última ciudad una fábrica de botones. Los compromisos empresariales de Gus dejan a Lorelei y a su amiga campo abierto para flirtear con cuantos caballeros de clase alta se les acercan, y a los que esquilman todo lo que pueden y más. La tremenda incultura de sus dos protagonistas la plasma la novelista en el texto mediante:
idiomas diferentes: '
- Faltas ortográficas de calado: ¨ ¨ un caballero francés que llevaba un huniforme muy bonito ,
- C onfusiones léxicas fruto del desconocimiento:
- " en vez de 'El señor Eisman ha llenado literariamente de flores nuestra habitación ¨, " preeminente') ; en París visitan " ; la Torre Infiel", "¿Por qué no invitamos a estas encantadoras señoritas a Fontanbló ? (transcripción fonética de 'En fin, que todas las objeciones del padre de Henry nacen del espíritu de reciprocoposidad" Fontainebleau'), "
- Supina ignorancia: "El caso es que hemos recibido un telegrama, y el que señor Eisman dice, en este telegrama, que Dorothy y yo cojamos un exprés oriental, porque quiere que veamos la central de Europa, porque las chicas norteamericanas tenemos mucho que aprender de la central de Europa". 'Exprés oriental' en vez de 'Oriental Exprés', 'Central de Europa' por 'Europa Central'.
- Significaciones extraídas de equívocas traslaciones: " el nombre del papá es Robber* que significa Roberto, en francés. Y el caso es que Dorothy empezó a pensar en sus veinticinco francos, y dijo a Robber: -Su mamá demostró conocer bien el idioma, cuando le puso este nombre".
Robber' es la traslación fonética de ' Robert' en francés, y en inglés 'robber' significa "ladron".),
➼En mi opinión la novela gana algo cuando sin abandonar -nunca lo hace, por cierto- la burla constante a las dos chicas monas, pero lerdas y bobaliconas, aborda otro tipo de humor, diríase más blanco:
- Sir Francis Beekman quería que bajáramos del coche para ver la torre porque, dijo, a una famosa reina le cortaron allí la cabeza una mañana, y Dorothy dijo: -Qué tonta fue de levantarse, aquella mañana. Y esto es, realmente, la única cosa sensata que Dorothy ha dicho en Londres.
- La familia de Henry parece levantarse siempre muy temprano. En fin, que levantarse temprano no es tan malo cuando hay alguna razón para levantarse temprano, pero, cuando una chica se levanta temprano para nada, una empieza a pensar que levantarse temprano es una tontería .
Aunque, también lleno de tópicos como los referidos a la proverbial tacañería escocesa:
" Vendí gran cantidad de globos rojos, y le vendí un globo rojo a Harry Lauder, el famoso caballero escocés que es el famoso tenor escocés, por veinte libras. Entonces Dorothy dijo que no tenía yo necesidad alguna de comprar pasaje para París, ya que si era capaz de lo que acabo de decir, igual podía cruzar el canal andando sobre las aguas."
➼La utilización de hechos históricos para ubicar temporalmente la historia quizás sea de lo poco salvable de esta novelita:
"-Lady, intentar arruinar la reputación de mi amiga es algo así como intentar hundir la marina de guerra judía. " . Si se tiene en cuenta que el momento de la publicación de estas novelas es el año 1926 el efecto humorístico es potente.
➼La forma narrativa elegida. Los dos relatos están narrados por Lorelei Lee. El primero escrito en forma de diario relata el proceso de ' culturización' ideado por Gus Eisman para su protegida la señorita Lee. El segundo es la historia de Dorothy Shaw, relatada por su amiga .
➼Alusiones críticas. A pesar de que de los dos relatos el más entretenido y más legible sea el primero, sin embargo es "Pero se casan con las morenas" el que contiene un mayor número de alusiones críticas estando más incardinado en el momento histórico del año de su publicación:
"El padre de Tony se hartó de la madre de Tony, y se las arregló para que un amigo suyo, turco, llevara a la madre de Tony a un sitio en que se cometió una atrocidad. Parece ser que, a los turcos, no hay nada que les guste más que las atrocidades " (alusión muy crítica al denominado 'genocidio armenio' realizado por el gobierno de los Jóvenes Turcos en el Imperio otomano, desde 1915 hasta 1923.)
➼Crítica del falso puritanismo norteamericano evidenciado en esos hombres que se reúnen para censurar escenas inmorales de las películas y que luego se proyectan esas escenas impúdicas para su propio disfrute. ¿Habráse visto tamaña hipocresía?:
"Henry es de una sociedad que se reúne los jueves y que no hace más que censurar películas. El caso es que los caballeros de esta sociedad cortan todos los trozos de las películas en los que sale algo verde que la gente no debe ver. Luego pegan todos los trozos verdes, y pasan la película de los trozos verdes qué sé yo cuántas veces. "
➼ Burla del postureo de la alta sociedad que se promociona constantemente a sí misma:
" P ronto descubrí que el ambiente más literario de Nueva York es el Hotel Algonquin, que es donde todos los genios literarios almuerzan. Sí, porque todos los genios literarios que almuerzan en el Algonquin no hacen más que escribir que este hotel es el sitio en el que todos los grandes genios literarios almuerzan
...y la 'inteligente' Lorelei Lee, al oír hablar a los 'genios del Algonguin' de James Joyce y de otros grandes escritores europeos, piensa:
"por mi parte, diré que realmente no sé por qué los genios del Algonquin tienen que tomarse la molestia de conocer Europa, cuando Europa no se toma la molestia de conocerles a ellos ."
➼Un dardo contra la crítica literaria:
"el señor H. L. Mencken, Theodore Dreiser, Sherwood Anderson, Sinclair Lewis, Joseph Hergesheimer y Ernest Boyd, dijo Dorothy, estarían allí." [...] "los caballeros del Algonquin son los críticos que dicen a los demás cómo hay que hacer las cosas, y saben comportarse."
Para finalizar
Es evidente -dirá alguno- que para haber encabezado la reseña con ese " la he dejado plantada " parece que hay en ella bastantes aspectos salvables. Pues sí, lo reconozco, algunos hay. De nuevo se demuestra que el dicho atribuido a Plinio el Joven de " No hay libro, por malo que sea, que no contenga algo bueno" no miente.
Creo que la misma Anita Loos era consciente de que lo que estaba escribiendo no era nada del otro mundo y que lo único que pretendía hacer con estas dos novelitas no era más que un divertimento. Así lo confiesa la autora en el prólogo que abre el volumen donde explica el motivo que la impulsó a escribir el primero de sus relatos, que no fue otro que observar cómo en el mundo hollywoodense, que ella como guionista tan bien conocía, los hombres perdían la cabeza por jovencitas tontas y estúpidas de cabeza hueca. En dicho prólogo la escritora escribe lo siguiente:
"Me puse a escribir mis pensamientos, no con amargura, como hubiese hecho en el caso de ser una verdadera novelista, sino con un sentido del humor que, en términos generales, puede calificarse de infantil."
"Con los anteriores elementos, cualquier novelista de veras, como Sherwood Anderson, Dreiser, Faulkner o Hemingway, probablemente habría levantado tempestades de indignación en sus lectores. Scott Fitzgerald logró que sus seguidores derramaran lágrimas agridulces con la lectura de hechos parecidos."
Desde luego creo que no puede exigirse a ningún escritor mayor ejercicio de sinceridad. Y tampoco mayor cinismo.