Los caballeros no son tontos y aunque Lorelei (Marilyn Monroe) sea una chica que sólo piensa en los diamantes, se casarían a ciegas con ella. Y probablemente también con la morena, con Dorothy (Jane Rusell). Ambas llevan de calle al equipo olímpico norteamericano en el barco que los lleva a todos a París.
Estas cantantes y bailarinas de cabaret, aunque muy diferentes, pretenden encontrar el amor. Lorelei quiere, además de encontrar un marido, que éste sea rico. Dorothy se conforma con que la quiera. La morena ayuda y vigila a la rubia en sus tribulaciones para conquistar al millonario Gus Esmond. Pero el padre de éste no se fía de la rubia y le pone un espía, Malone, que se enamorará de la morena. Básicamente, esto es Los caballeros las prefieren rubias.
Lo que ocurre es que esta comedia-musical de Howard Hawks tiene mucho más. Para resumir un poco lo que es, nada mejor que ver la actuación de Marilyn interpretando “Diamonds are a girl,s best friend”.
Como a la rubia le da tiempo en el viaje a París de coquetear con otro viejo millonario, casado, Piggy para los amigos y amigas, cuya esposa posee una diadema de brillantes codiciadísima, se mete en un lío, al conseguir que el hombre se la regale y luego tener que devolverla.
Glamour a raudales, toques cómicos brillantes, adrenalina y dos chicas muy guapas hacen el resto para aupar esta película a una buena posición dentro del cine clásico. Además, Howard Hawks demuestra que es capaz de todo en el mundo del cine, domina el drama, el cine negro, la comedia y también el musical. Todo un ejemplo en el que deben mirarse los directores actuales.
Personalmente, el mencionado “Los diamantes son los mejores amigos de una chica”, me parece uno de los mejores números musicales de la historia. No digo más.