La nube de hielo del sur, que resulta más visible en la banda infrarroja lejana del espectro es una evidencia de que un patrón importante de circulación global en el conjunto de gases atmosféricos que constituyen el "aire" de Titán, ha invertido su dirección. Cuando la Cassini observó por primera vez este patrón, el aire, más caliente, del hemisferio sur, ascendía en la atmósfera y era transportado al gélido polo norte. Allí, el aire se enfriaba y descendía a las capas bajas de la atmósfera para formar nubes de hielo.
Basándose en el trabajo con modelos digitales, los científicos ya habían predicho hace tiempo que ocurriría una inversión de esta circulación una vez que el polo norte de Titán empezara a calentarse y el polo sur a enfriarse. De hecho, se cree que la transición desde el invierno a la primavera en el polo norte de Titán aconteció en agosto del 2009, pero debido a que cada una de las estaciones de esta luna duran aproximadamente siete años terrestres y medio, no estaba claro cuándo se notarían los efectos.
Hasta ahora, el hielo en estas nubes no ha podido ser identificado por los científicos, aunque sí han logrado descartar que corresponda a sustancias químicas simples como el metano, el etano y el cianuro de hidrógeno (ácido cianhídrico), presentes comúnmente en Titán. Una posibilidad es que este hielo enigmático sea una mezcla de compuestos orgánicos.
Las observaciones y análisis fueron realizados por el equipo de Donald E. Jennings y Carrie Anderson de la NASA.
La misión Cassini-Huygens es fruto de la cooperación entre la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Italiana.
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