Los cambios nos dan pánico.Somos animales de costumbres, ...

Por Stern @nesuispasjuliet
Los cambios nos dan pánico.Somos animales de costumbres, de tradiciones, rutinas y demás. Hacemos esas cosas siempre similares porque si no, nos perdemos, dejamos de saber volver al camino.Pero no hay que tenerle miedo a los cambios, porque no siempre son negativos.Creo que todos los miedos se reducen a uno, el miedo ( aunque esa teoría ya os la explicaré otro día) y el miedo al cambio no es una excepción. Al fin y al cabo, tenemos miedo a que el cambio nos acabe dañando, que terminemos sintiendo dolor, directa o indirectamente.Pero quizás el problema de afrontar los cambios de la vida es precisamente ese miedo irracional que surge al pensar en que nuestra cómoda rutina se pueda ver alterada por un factor nuevo, algo que altere aquello que tenemos por sentado, el esquema ya preformulado de nuestra plana vida.Sin el cambio no hay aventura, eso seguro.Y aventura es lo que más demanda la gente. Aventura, euforia, algo nuevo que de esa sal a la vida.Pero esas cosas no se consiguen con la rutina ni las costumbres, ni mucho menos, sentados en un sofá viendo las horas pasar frente a una pantalla.Hay que aprender que los cambios nos hacen ser quienes somos, nos moldean, diferentes a todo el resto, hacen que nuestro mapa de piel no se parezca a ningún otro. Un cambio puede ser para mejor o para peor, eso está claro, pero sea cual sea el resultado, en el fondo, muy en el fondo nuestro, acabaremos haciéndonos más fuertes, más maduros, más preparados ( eso si somos capaces de asumir la pérdida de la comodidad y nos abrimos a aquello que la vida nos da).Yo tenía miedo, auténtico pánico,  a los cambios, hasta que me tocó vivir el más grande de mi existencia.Cambio mi vida por completo, mi mundo se sacudió y nada volvió a ser lo mismo. Y tuve miedo, claro que si, uno horroroso, casi paralizante, pero cuando lo asumí y lo entendí, me abrí a el y lo abracé como una nueva aventura, la siguiente gran aventura ( como dijo Peter Pan sobre lo que representaba la muerte).Y, para ser francos, ese temible cambio, ha acabado siendo la mejor decisión de mi vida, esa sacudida ha resultado ser mi mejor acierto y hoy por hoy son los mejores dos años ( casi tres) que pudiese haber esperado tener jamás. No soy la misma ( a dios gracias!) ni mi vida volverá a ser igual, y me gusta y tal vez, por eso, acepto cada cambio, para bien o para mal, que tenga que suceder, porque se que al final, acabará trayéndome algo sorprendente, inesperado y quién sabe, maravilloso tal vez.
No tengáis miedo porque ese, seguramente es nuestro peor enemigo posible...