Metro de Madrid. Línea 2 entre Sol y Cuatro Caminos. Dos hombres pasean su arte de vagón en vagón, el uno con voz profunda y gastada, el otro con guitarra en la mano. Los dos, por lo pronto, con sonrisa en la boca. En mi vagón, Los Campanilleros. No era de madrugada, pero era lunes por la mañana y por eso los dos me despiertan con sus campanillas y no contentos con eso con sus guitarras me hacen llorar.
Navidad es todo el año. ¿Hace falta que te lo explique?
Gracias, artistas. Y aunque atrasadas (según se mire)... ¡¡¡FELIZ NAVIDAD, querido lector!!!
Los campanilleros
En los pueblos de mi Andalucía,los campanilleros por la madrugáme despiertan con sus campanillasy con sus guitarras me hacen llorar.
En los pueblos de mi Andalucía,los campanilleros por la madrugáme despiertan con sus campanillasy con sus guitarras me hacen llorar.
Y empiezo a cantar.Y al oirme, tos los pajarilloscantan en las ramas y echan a volar.
Pajarillos que estáis en el campogozando el amor y la libertad,recordadle a la niña que quieroque salga a su reja por la madrugá,que mi corazónse lo entrego al momento que llegue,cantando las penas que he pasao yo.
A la puerta de un rico avarientollegó Jesucristo y limosna pidió.Pero en vez de darle la limosna,los perros que había se los azuzó.Pero quiso Diosque al momento los perros murierany el rico avariento pobre se quedó.