Los campos magnéticos que generan los teléfonos móviles no dañan la salud humana

Publicado el 12 diciembre 2014 por Jefunix
Los campos magnéticos que generan los teléfonos móviles y líneas eléctricas, no dañan la salud humana. Esta es la conclusión alcanzada por científicos de la Universidad de Manchester.Estudios anteriores han demostrado que la radiación electromagnética desde dispositivos móviles y los cables de alimentación puede conducir a la infertilidad y el cáncer. Algunos incluso mostraron una relación con el desarrollo de la leucemia infantil.Con base en los datos de años anteriores, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer ha reconocido que los campos magnéticos de baja frecuencia son potencialmente cancerígenos, y los servicios de salud recomiendan evitar largas conversaciones en un teléfono celular. Con respecto a los niños, los médicos les aconseja el uso de sus teléfonos móviles como último recurso.Hasta hace poco se creía que los campos magnéticos interrumpen las proteínas clave en el cuerpo humano. Pero los científicos de la Universidad de Manchester han refutado esto.Según el diario The Telegraph, los investigadores observaron los campos magnéticos para determinar si afectan las flavoproteínas, que desempeñan un papel importante en la conformación de la salud, la gestión del sistema nervioso y la reparación del ADN - dañar estas proteínas es un amenazante problema de salud. Al final resultó que, el impacto de estos campos no afecta al funcionamiento de flavoproteínas.Vale la pena señalar que este no es el único estudio que confirma la seguridad de los dispositivos móviles. En 2010, la Agencia de Protección de la Salud británica no ha encontrado pruebas concluyentes de que los teléfonos móviles y punto de acceso Wi-Fi son perjudiciales para los seres humanos. Sin embargo, el Grupo Asesor independiente sobre Radiaciones No Ionizantes AGNIR insiste en un estudio a largo plazo.Estudio realizado por investigadores de la Universidad de Manchester ha sido publicado en Journal of the Royal Society Interface.