Tras dos derrotas en las que influyó mucho la actuación arbitral y la mala suerte, los Celtics sentenciaron ayer la final del Este ante Orlando Magic con la cuarta y definitiva victoria. El Garden fue el escenario perfecto para un partido brillante de los verdes, un auténtico choque de playoff con jugadas extraordinarias y un dominio de los hombres de Doc Rivers en el marcador que sólo se ajustó en el último cuarto, cuando con el partido sentenciado, los Celtics reservaron fuerzas.
Al final una victoria convincente y solvente, por el resultado de 96-84, que permite a los Celtics recuperar el título de campeones del Este. Es el título de Conferencia número 21 en la historia de los verdes que, por consiguiente, jugaran también su vigésimo primera final de la NBA. Un palmarés magnífico que esperemos se corone con el título número 18 a mediados de junio.
Los Celtics salieron muy fuertes intentando demostrar a los hombres de Stan van Gundy que iban a por todas y que se iba a cerrar la serie en el partido de ayer. Rajon Rondo repartió asistencias inverosímiles y dirigió al equipo con rapidez convirtiendo a Pierce en la gran máquina anotadora del partido. Pero en una de las jugadas salió trompicado de un salto y se golpeó la espalda contra el parquet. En el segundo cuarto, Doc Rivers apostó por Nate Robinson y el pequeño base respondió con una actuación magnífica. Tomó el relevo de Rondo y siguió liderando el juego de los verdes con una velocidad electrizante y con 13 puntos en 13 minutos. Doc Rivers, cuando le apartó de la rotación, advirtió que llegaría el momento en que el equipo fuera a necesitarle y, desde luego, ayer se demostró ampliamente.
Paul Pierce anotó 31 puntos y recogió 13 rebotes en una nueva gran actuación de nuestro excelente jugador. Ray Allen se fue a los 20, Rajon Rondo aportó 14 y 6 asistencias, Garnett solo logró 10 puntos y 5 rebotes aunque su defensa fue decisiva en todo el partido. Y Nate Robisnon, en fin, fue desequilibrante en sus minutos en cancha.
Dwight Howard puso toda la carne en el asador anotando 28 puntos y recogiendo 12 rebotes pero no le acompañaron lo suficiente para mantener a su equipo con opciones. Los Celtics se apoderan del título del Este ante el último vencedor y ahora deberan esperar para ver a quien se enfrentan en la final de la NBA.
Si los Lakers pasan, se vivirá la decimo-segunda final entre ambos equipos. En las 11 anteriores, los verdes han vencido en nueve mientras que los californianos se han impuesto en dos. Si pasaran los Phoenix Suns se reeditaría una final que no se ve desde 1976 cuando ambos equipos protagonizaron unos enfrentamientos épicos, especialmente en uno de ellos que fue catalagodado, en su momento, como el encuentro más largo de la historia por el gran número de prórrogas que llegaron a disputarse. Esas canastas de Garfield Heard, Havlicek, McDonald... imágenes históricas en el antiguo Garden.
La gloria espera de nuevo a nuestro equipo.