Los Celtics mostraron ayer una imagen sólida y convincente ante Orlando. Siempre dominaron el partido, en ocasiones por amplias diferencias, y sólo los arreones de casta de los Magic les permitieron acercarse para llegar a un apretado final que los verdes controlaron perfectamente alzandose con la primera victoria de la serie en el Amway Arena.
Muchas cosas han cambiado desde el playoff de la temporada pasada ante los de Florida. Los Celtics estan jugando muy compenetrados, con una defensa efectiva, que está minando a los equipos rivales reduciendolos a cenizas. En ataque, estan moviendo el balón con velocidad y encuentran buenas opciones en el juego exterior.
Ayer Ray Allen consiguió 25 puntos y 7 rebotes mientras que Paul Pierce obtuvo 22 y 9 rechaces. Rasheed Wallace se fue los 13 tantos mientras que Rajon Rondo consiguió 8 puntos y 8 asistencias y Kevin Garnett 8 tantos y 11 rebotes.
Los jugadores estan muy maltrechos por las lesiones pero parece que se hubieran conjurado para que nada de todo ello exista hasta que no termine la temporada. Estan jugando con una voluntad de hierro llevando el orgullo verde a su máximo significado. De hecho, recuerda mucho a lo que era el equipo de los Celtics que se proclamó campeón en 1968 y 1969. Jugadores muy veteranos, muy tocados, pero que formaban un grupo muy sólido en el que uno cubría al otro y así consiguieron ser inexpugnables.
Tal como estan defendiendo a Howard, Carter, Lewis, y Jameer... la victoria tiene que caer siempre de nuestro bando.