Lugar: Pradera de San Isidro. Madrid
Fecha: 11 mayo 2013
Asistencia: 5.000 personas
Artistas Invitados: -
Precio: Gratis
Kinkilleros del mundo, unámonos en torno a los coches de choque, las atracciones de feria repletas de neones, la muchachada orinando en los arbustos, la caseta de IU, el megabotellón con brebajes absolutamente prohibitivos para la salud, los críos correteando seguramente disfrutando de su primera borrachera infantil. La pradera de San Isidro es un exceso total y absoluto, una sucesión de estímulos intensos que desconciertan, desorientan e inquietan hasta tal punto que uno no sabe si adentrarse en la jungla o no. Bueno venga, sí.
Llegamos y están Fórmula V sobre el escenario. Da cosilla por algún motivo, congoja casi, no sé explicarlo, es raro ver a ese señor cantando sus cositas de otro tiempo. Respeto, ojo. Pero venga, vamos a dar otra vuelta a ver si nos explota definitivamente la cabeza o buscamos pelea o algo así típico de las verbenas populares. Es momento para un chorreante bocata de entresijos de esos que te dan la vida misma, mojado con un poco de ron Negrita, mezcla imposible y desaconsejada por diez de cada diez médicos, pero devorado con la glotonería del que no sabe si volverá a probar bocado en su vida.
Vestidas de gala, las huestes de Los Chichos asaltan el lugar desacomplejadas, con la firme intención de bailar todas las rumbas talegueras que se les pongan por delante. Y la cosa funciona, menudo puntazo, las cosas como son, un concierto divertido y saltarín, muy de hacer amigos fugaces y buen rollo cantando al unísono 'Quiero ser libre', 'Ni más ni menos' o 'Son ilusiones', certeros cañonazos que siempre siempre siempre funcionan. Se elevan los teléfonos para registrar el monento y para compartir el sábado en la noche con los que se lo están perdiendo. Porque esto es para verlo, para sentirlo y disfrutarlo. Todos somos calorrrrrazos de manual durante hora y media festiva y despreocupada. Problemas, fus fus, fuera de aquí, fus fus. Celebremos de oreja a oreja.