Añádelo a Goodreads Yadriel es un nahualo, un brujo con la capacidad de invocar y liberar a los espíritus que rondan el cementerio. Pero también es transgénero, algo que no casa bien con su familia latina tradicional.
Cuando Yadriel realiza su ceremonia de quince años e invoca a su primer espíritu, este resulta ser Julián Díaz, el chico malo del instituto, que exige saber cómo murió y por qué. Yadriel accede a ayudarlo... pero cuanto más tiempo pasa con Julián, menos ganas tiene de que se vaya.Colabora Kakao Books
★★★★Los chicos del cementerio es un libro que desde que lo vi supe que lo iba a leer. De primero llama mucho la atención ese portadón que han conservado en la edición española, pero es que después te lees la sinopsis y guau: un joven brujo que invoca a su primer espíritu y resulta ser el típico chico malo del instituto. Yo con esa premisa ya compro, pero lo que no me esperaba es un libro con tan buena representación pero poco drama -gracias por esto- y unos personajes que se me anclaran tanto.Yadriel es un chico trans y en el caso de los nahules, los chicos pueden invocar y liberar a los espíritus mientras que las chicas son sanadoras. ¿Qué pasa con la gente trans? Pues que la familia le impone según su sexo biológico, y es por ello que Yadriel acaba haciendo su ceremonia de nahulo a escondidas y así también invoca a un espíritu. Durante toda la historia se respira la angustia de Yadriel por el rechazo que tienen no solo los desconocidos sino especialmente su familia. Me ha gustado mucho como lo ha representado el autor pues no es un libro que vaya exclusivamente sobre su transexualidad sino que es algo más del personaje, un hilo que queda pendiente por la falta de aceptación pero tampoco es que lo odien por ello ni nada similar, sino que es más bien unos toques de decepción cuando la gente no termina de verlo como es. No se monta aquí ningún tipo de drama por tener que salir del armario pues eso ya lo superó antes del libro, pero sí que quedan cosas pendientes que de vez en cuando se recuerdan, pues forman parte del protagonista, pero no es lo único que abarca que libro. Y me quedo muy contenta en este aspecto porque me encanta encontrar libros con inclusión LGBT+ pero que no sean dramáticos, que ya sabéis que yo de dramas voy limitada.Ahora bien, Yadriel me ha encantado por su fuerza de voluntad, por como a pesar de las decepciones que le da la vida, acaba levantando la cabeza y es que llegó un momento en el que yo tenía que levantarme a aplaudirle porque ESTOY MUY ORGULLOSA DE ÉL. He sentido la rabia por el hecho de que ni siquiera le dejaran hacer la ceremonia y como él mismo busca su destino y calla unas pocas bocas hacia el final es que es lo mejor. Pero además es una monería de chaval y repito que estoy muy feliz por como resultaron las cosas al final, porque todo fuera bien, demostrara de lo que es capaz y finalmente fuera aceptado. Es que estoy tan tan tan proud que lloro por lo bonito que es el final ♥
Julián tampoco se libra, aunque es un personaje muy diferente pero sin duda mi favorito porque menudo desparpajo lleva el chaval. Es el típico personaje que de inicios lo ve como el típito "tonto" sin filtro y al final acaba siendo lo más cute del mundo. Nada más aparecer Julián la historia dio un giro muy bueno pues fue llegar él y comenzar las risas. Pero qué bien me lo pasé con este chico, qué salidas tenía el tío, qué gracia me hacía todo lo que decía XD Un fantasma que recién descubre que está muerto y se pone a criticar los poderes del resto en vez de ponerse triste o algo. Nada es normal con Julián, nunca da la respuestas que esperas y como va por la vida, o por la muerte, tan campante y simplemente disfrutando del día a día es algo envidiable. Julián es una persona directa, sin ningún tipo de filtros pero muy abierto de mente. Te dice lo que piensa y le da igual que lo aceptes o que no. Es una persona llena de vida -sí, es gracioso decir esto de un fantasma- e ilumina allá por donde pasa. Julián ha sido mi personaje favorito porque ya digo que brilla por sí solo y es tan él mismo todo el rato que es imposible no encariñarse con él. Sincero, leal, vividor y luchador, un grande Julián.