los cien hijos de charles bukowski

Por Calvodemora
después de todo ahí está siempre esa siniestra manía de hurgar en la memoria con objeto de rescatar algún remotísimo resto de cordura o de encanto personal o tal vez únicamente un aviso mínimo de filantropía, pero acaba uno preñado de mala leche y andar así como encabronado, enfebrecido, no conduce a nada bueno o el encanto es un complot entre la líbido y el dow jones que contradice las más elementales reglas de la diplomacialos que acuden siempre son los vicios, el vicio sencillo de ir aireando qué pecados nos definen mejor, apuntes bastardos de una vida tirando a crápula, un cierto abandono en las formas, noches en duermevela, blues sin complejos, todas esas sólidas buenas intenciones que al levantarnos abrazamos como maná metafísico y que luego devienen tristeza o algo que no puede ser nombrado con esa vaga fonética cómplicealgo sin lo que no sabríamos continuaralgo oscuro cuyo nombre nunca está a manosale uno a las callesmira las tiendas compra el panlee a keats en una sala de espera de un ambulatoriolee a mann en un balneario en las montañaslee a austen en un cottage sobriolee la columna cruda del periódico de los díastodas esas cosas sencillas sin las que no sería posible soportar este trasiegoalgo vagamente parecido a uno mismo con lo que afrontamos el resto de la jornadacomo borges solo le pido al señor que me permita escalar la cumbre de cada díalo digo cada mañana cuando piso la acerajusto en el momento en que piso la acera declamo un verso de borgesllevo años haciéndolono se lo he dicho a nadieestoy confesando mi fe en borgesa borges le debo tanto que no me atrevo a pedirle nada máspor pudor sobre todoporque no se puede pedir todoporque ha habido días de borges sublimes días de runas y del aleph muy adentrodías de emma zunz de senderos que se bifurcande senderos que se bifurcansalgo a la calle a primera hora de la mañana, compro el pan, miro el cielo y recito las palabras de borges afectadamente, como si no hubiese otra cosa que decir o como si alguien vigilara lo que hago y anotase en una libreta cómo empiezo el díadeberíamos tener un biógrafouno competentecada uno debería tener un biógrafoel biógrafo óptimo no será nunca uno mismono cabe la primera personano sé si lo ha escrito alguien antes de ahoraseguramente sípero todos deberíamos tener un biógrafouno que diese fe de los quiebros y de los voluntosde chet baker en holanda y de los espasmos del amor a mitad de la noche
a partir de aquí el día suministra su ración de atropellos
el autobús está lleno
las calles están llenas
el ascensor está lleno
el rapidshare se pone imposibleel megaupload lo acribillaron en un despacho del fbide eso hace mucholuego vino the pirate baythe show must go on
luego la mesa de la oficina, el cajón, windows xp presenta, la agenda metódica y el ruido sin dobleces del reloj muerto en la muñecatengo una muñeca vestida de azulwindows ocho es la cañayo soy de apple, pero es un vicio carocon su canesú
se trata de ir vaciando la pereza en carpetas azules que van al armario de madera de pino de la habitación de la señora de la limpiezahay armarios donde cabe una vidalibros donde se pueden meter varios armarioso se trata de ir escuchando todas las noches un disco nuevo de jazz y acostarte con la sensación de que algo hermoso se ha registrado en la memoriaalgo que contar despuésdebe haber una constancia en la escrituradejar dicho o dejar escrito, mejor
al final del día queda uno amorosamente rendido y se ocupa del tic tac del estómago, esa procesionaria del rhythm and blues onomatopéyico, ese slalon del corazónamorosamente rendido, tierno casime gusta decirlo asísoy un corazón al descubiertoaunque soy un pobre diablouno que no se tiende al solun corazón con todas las historias bien visibles
un corazón al descubiertoun diario que se abre y cuenta los secretos
racimo opulento de uvas o la boca carnosa de la muchacha carmesí, la muchacha del pan, que en ratos libres lee a proust, lee a kavafis, lee a rimbaud, lee toda la carne ardiente de la belleza endecasílaba la carne oh la carneno escarmentamos nunca, volvemos a la carne, vivimos para entrar en la carne, somos la carne que renueva su fe en la carnela muchacha mil novecientos ochenta y cinco a la que besaste en un bar y de la que no ya recuerdas nada salvo quizá la turgencia de los pechos en tus manos nuevas, la boca rompiéndose en la boca, el olor a tabaco en el paladar como una bendición, la vuelta a casa si es que era una casa, el tiempo como el río de heráclito, heráclito mismo contigo, volviendo por la calle real de san fernando, oh amigo, tú vas por mal camino, pero los poetas estáis como cencerrosrecuerdas un verso de pizarnik, uno que celebraba la soledadrecuerdas la soledad de pizarnik, pero no es la tuyano hay soledad que puedas ofrecer a nadieapuntasa en una hoja de pedidos los versos más esplendorosos, la rima mayestática, los nombres más íntimos de las cosas
tuvo un novio que la dejó a los quince, pero ahora tiene un novio a los cuarenta que la espera en un coche de segunda mano, de tercera mala mano, para besarse después con melodías de europa fm, cosas ramplonas, la rancia evidencia de que no hemos aprendido nada todavía, la vida es un hit parade de serie b
ella en el beso recordará pasajes de mann, pasajes de balzac, todos los pasajes líricos de la novela decimonónica, pero el novio sólo aspira a una noche de sílabas tónicas, una visión a ras de epidermis de la harina obreralos novios son una estaca de madera apretando el pantalón vaquero
el tiempo no acaba en un abrazo
el tiempo no acaba en un abrazo
lo supo ana karenina
lo supo madame bovary
lo supieron todas las heroínas de la decadente opulencia de los palacios con alfombras y cortinas historiadaslo dejo a riesgo de que se me olvidela memoria es la que escribe, no yo yo no he escrito nunca nadaparece que uno escribe, pero no es cierto, no lo es, qué va a ser cierto, no lo es en absolutoescribir es un acto involuntariocree uno que escribe, pero no es cierto, no lo es, qué va a serlo, no lo es en absolutola escritura es una cosa muy frágiluna vez que se ha rendido el texto deja de ser propioestas palabras que ahora voy diciendo cómo van a ser mis palabrasno lo fueron o lo fueron un instante, ustedes me entiendenla memoria es la verdadera culpable, no yopero no podemos ir por ahí sin memoriaconociendo cada pequeña cosa por primera vezojalá existiese el país de las primeras cosashay una literatura estupenda que registra solo las primeras cosasel mundo cuando todavía no se posee conciencia del mundolas palabras cuando todavía no hay fiebre ni hay vértigodiciendo vergel la primera vezdiciendo vírgen la primera vezdiciendo me ha gustado mucho por primera vezlas primeras vecesah las primeras vecesstan getz por entoncesbebop fundando las tardes en cádizlos besos y el bebop, la novia de mil novecientos ochenta y nuevese podría escribir un libro sobre las primeras vecesescribirlo del tirón con una botella de jack daniel'scon un paquete de chesterfielden el fondo no somos unos sentimentalescrápulas y descarriados es lo que somoshijos de bukowskiquién duda que tuvo cientoslos cien hijos de charlieunos días, crápulasotros, descarriadosdías en los que charlie mira a todos sus hijos y les mesa el pelo y luego los besa o es al revésdías en lo que somos ambas cosas de modo formidableah cómo amo esos días los días felices del primer abrazoporque al abrazo novicio le siguen una legión de abrazos invisiblesésos probablemente sean los mejores abrazoslos que no estánlos imaginadoslos abrazos repetidos en un sueño o en las palabras que usamos cuando le decimos a un buen amigo que alguien nos quiso anoche y que encontramos en otro cuerpo a dios y a su flota arcangélica de alucinadospero el tiempo es un cabrónel cabrón del tamaño más grandey se va muriendo el abrazo y se yendo el empeño en quererlo guardarel abrazo muertocomo anna karenina en la página en donde descubre que la vida no vale nadaluego llega el atropello final de todas las desventurasel final es siempre felizi'm gonna write the happiest endingno impota que sea trágicoa veces terminar es ya una victoriacerrando