Los cinco malentendidos más comunes sobre la evolución

Por David Ormeño @Arcanus_tco

Pese al éxito que ha tenido para describir el mundo natural durante los últimos 150 años, la teoría de la evolución sigue siendo muchas veces malinterpretada. Durante uno de los últimos programas de la versión australiana de "La isla de los famosos", la antigua estrella del críquet Shane Warne cuestionó la teoría preguntándose "¿Si los humanos evolucionaron a partir del mono, por qué no han evolucionado los monos de hoy en día?"

De manera similar, la directora de un colegio de primaria del Reino Unido hace poco afirmó que la evolución es más bien una teoría y no un hecho. Todo esto a pesar de que los niños en el Reino Unido empiezan a aprender sobre la evolución en sexto de primaria y retoman el tema en profundidad durante la educación secundaria. Si bien la teoría de la evolución está bastante aceptada en el Reino Unido en comparación con el resto del mundo, una encuesta del año 2005 mostraba que más de un 20 % del país no estaba seguro o no aceptaba la teoría.

Por el contrario, apenas hay gente que cuestione la teoría de la relatividad ni estudios sobre su aceptación, lo que da a entender que la gente prefiere pensar que es asunto de los físicos. Son muchos los estudios que han intentado determinar por qué se cuestiona tanto la evolución pese a estar más que aceptada por el mundo científico. Aunque no se ha encontrado una respuesta concreta, creo que los siguientes malentendidos que expongo a continuación tienen algo que ver.

1. Es solo una teoría

Vale que los científicos la llamen "la teoría de la evolución", pero esto es en reconocimiento a su bien aceptado rigor científico. El término "teoría" se usa al igual que cuando la teoría de la gravedad explica por qué si una manzana se te cae de la mano acaba en el suelo. No hay duda de que la manzana caerá al suelo del mismo modo de que no hay duda alguna de que los insectos resistentes a los antibióticos seguirán evolucionando si no cambiamos nuestros hábitos a la hora de consumir antibióticos.

Aunque "teoría" se utiliza normalmente para referirse a una hipótesis que puede no haber sido demostrada, no es el caso en términos científicos. Una teoría científica normalmente significa una explicación bien fundamentada de algún aspecto del mundo natural que está por encima de leyes, conclusiones e hipótesis comprobadas.

2. El ser humano desciende del mono

No, tu tatarabuelo no fue un mono. La teoría de la evolución indica que compartimos antepasados con los monos y los simios: son nuestros parientes más cercanos entre las especies existentes. Los seres humanos y los chimpancés comparten más del 90 % de su secuencia genética. Si bien el antepasado común, que habitó en la Tierra hace aproximadamente 7 millones de años, no era ni humano ni mono, sino una criatura parecida a un simio y las últimas investigaciones indican que tenía características que facilitaron el uso de herramientas.

3. La selección natural está determinada

Son muchos los organismos que no se han adaptado perfectamente a su entorno. Por ejemplo, los tiburones no cuentan con una vejiga natatoria para controlar la flotabilidad (cosa que los peces óseos normalmente tienen). ¿Tiene esto que ver con la teoría de la evolución? Pues para nada. La selección natural solo puede favorecer de forma aleatoria a lo mejor de lo que ya existe y no se trata de convertir a todos los organismos existentes en súpercriaturas.

Sería muy conveniente si los seres humanos pudiéramos hacer la fotosíntesis; se nos pasaría el hambre poniéndonos al sol (y habríamos encontrado la tan ansiada dieta perfecta: quedarse en casa). Pero desgraciadamente la capacidad genética de hacer la fotosíntesis no se ha dado en los animales. Sin embargo, la selección de la mejor opción posible ha dado lugar a una impresionante diversidad de formas que se han adaptado a sus entornos y son casi perfectas.

4. La evolución no puede explicar los órganos más complejos

Un argumento común a favor del creacionismo es la evolución del ojo. Si un ojo a medio desarrollar no tendría función alguna ¿Cómo puede ser que la selección natural fuera creando poco a poco el ojo? El propio Darwin proponía que el ojo podía haber tenido sus orígenes en órganos con otras funciones.

Los órganos capaces de detectar la luz podía haber sido favorecidos por la selección natural aunque no aportaran una visión completa. Estas ideas han sido confirmadas muchos años más tarde por investigadores que estudiaban los órganos primitivos sensibles a la luz en animales. Los moluscos como los caracoles o gusanos con anillos tienen células por la superficie corporal que pueden diferenciar entre luz y oscuridad.

5. La religión y la evolución son incompatibles

Es importante dejar claro que la evolución no es una teoría sobre el origen de la vida. Se trata de una teoría que explica cómo las especies cambiaron con el tiempo. A diferencia de lo que mucha gente cree, muchas de las religiones mayoritarias aceptan la teoría de la evolución. Hace poco el Papa Francisco reiteraba que creer en el evolución no era incompatible con la fe católica.

Incluso el reverendo Malcom Brown de la Iglesia de Inglaterra declaró que "la selección natural tiene sentido como forma de entender los procesos físicos evolutivos durante miles de años". Añadió que: "Una buena religión tiene que trabajar de forma constructiva con la buena ciencia" y viceversa. Estoy completamente de acuerdo.