En plena crisis por el brexit Inglaterra domina Europa a través del fútbol. Liverpool y Tottenham protagonizaron dos remontadas únicas para alcanzar la final de Champions mientras que Chelsea clasificó vía la emoción de los penaltis y Arsenal goleó para tener un derbi londinense en Bakú con la Europa League en juego. Los cuatro equipos protagonizan un logro inaudito en la historia del fútbol europeo: nunca antes las finales de ambas competencias fueron representadas por equipos del mismo país. El pleno de finalistas no tiene precedentes pero la historia nos ha dejado récords similares: Italia en 1990 tuvo cuatro finalistas cuando se disputaban tres títulos europeos y acabó venciendo todos. Nadie ha conseguido el pleno pero han estado cerca con tres finalistas en Europa en la misma temporada. El primer caso fue en 1980 cuando Alemania clasificó a tres finalistas, Italia lo consiguió en tres ocasiones durante la década de los noventa (1990, 1995 y 1998) y España es el más reciente con casos en 2014 y 2016. La final de la Champions League entre Tottenham y Liverpool será la séptima con equipos del mismo país, España inició la lista en 2000 y repitió finales españolas en 2014 y 2016, entre medias encontramos final italiana en 2003, inglesa en 2008 y alemana en 2013. En Europa League la lista aumenta a diez siendo la primera inglesa en 1972 en la primera edición de la competición. Otros países con el logro fueron: Alemania en 1980, Italia en 1990, 1991, 1995 y 1998, España en 2007 y 2012 y Portugal en 2011. Con el póquer de finalistas ambos trofeos viajarán a Inglaterra y será la 12ª ocasión que ambos campeones son del mismo país, la quinta en los últimos seis años. La primera vez fue Alemania en 1975, le siguió Inglaterra en 1981 con Liverpool y Tottenham -los finalistas de la Champions League de esta temporada-, Italia en 1989, 1990 y 1994 y Alemania sumó otra en 1997. La entrada en el siglo XXI fue de dominio español con ambos campeones en 2006, 2014, 2015, 2016 y 2018.
La consecución de este hecho remarcable no es casualidad ni coincidencia sino la recompensa a la tendencia creciente del fútbol inglés que intenta recuperar su éxito en las competiciones europeas, su única tarea pendiente porque en el resto de áreas siempre lideró el debate a mejor liga del mundo. La competitividad es la seña de identidad de una competición que por primera vez en la historia del fútbol aporta todos los finalistas de las competiciones europeas en una lista que no cuenta con el Manchester City, vigente campeón de la Premier League por segundo año consecutivo. Esta misma temporada Chelsea alcanzó una nueva final de la Youth League, la cuarta en las seis ediciones de la conocida como Champions sub19 convirtiendo a los Blues en el club más laureado pese a perder la final ante FC Porto. Football's coming home es una realidad también a nivel nacional con la selección preparada para vencer la primera edición de la UEFA Nations League este verano. El verano pasado durante el Mundial de Rusia 2018 fueron cuartos tras perder las semifinales ante Croacia y el partido por el tercer puesto ante Bélgica. Un resurgir que comenzó en 2017 en las categorías base venciendo el Mundial sub-17 y sub-20, la EURO sub-19 y alcanzando las semifinales de la EURO sub-21, a lo que tendríamos que sumar sus tres campeonatos consecutivos en el Torneo Toulon: 2016, 2017 y 2018.
El 1 de junio Tottenham o Liverpool recuperarán el trono de la Champions League para el fútbol inglés tras cinco temporada consecutivas con campeón español, precisamente la capital Madrid y el Estadio Metropolitano serán el escenario de la final. Liverpool luce como favorito de la final en su condición de actual subcampeón, es el cuarto equipo más laureado de las competiciones europeas y el mejor representante inglés en la Champions League con ocho finales en su palmarés para cinco títulos, el último en 2005 con una remontada histórica ante el Milán. Precisamente otra remontada histórica en Anfield para remontar al Barcelona les clasificó en semifinales mientras que el Tottenham también remontó su eliminatoria en la última jugada para disputar su primera final europea. El camino a la final de Liverpool y Tottenham siguió líneas paralelas: empate a puntos con el tercer clasificado -que cae a Europa League- los italianos Nápoles e Inter de Milán respectivamente, cómodas victorias en octavos ante los alemanes Dortmund y Bayern y remontadas históricas en semifinales: Liverpool en Anfield ante Barcelona y Tottenham en casa del Ajax con un hat-trick en la segunda parte culminado en la última jugada del partido. La diferencia fue en cuartos con Liverpool goleando por segundo año consecutivo al Porto en la fase eliminatoria y Tottenham clasificando por el valor doble de los goles fuera de casa en el duelo de compatriotas contra el Manchester City, bicampeón de Premier League.
El trofeo de la Champions League será la recompensa en forma de título de dos de los proyectos más sólidos y atractivos del fútbol, ambos comandados por dos de los mejores entrenadores del panorama, que todavía no han salido campeones. Mauricio Pochettino ha consolidado al Tottenham en los palcos de la Champions League e incluso luchó durante toda la temporada por la Premier League conquistada de forma histórica por el Leicester en 2015/2016, una temporada antes fue subcampeón de la EFL Cup (Copa de la Liga) en 2014/15. Para Jürgen Klopp es su segundo proyecto de éxito tras conquistar al mundo con el Borussia Dortmund y logrando ser Balón de Plata como entrenador en 2013 pero en Anfield sigue sin celebrar ningún campeonato. En la temporada 2015/16 se hizo cargo de los Reds tras la marcha de Brendan Rodgers y acabó la temporada como finalista de la Copa de la Liga y la UEFA Europa League que perdió ante el Sevilla, en la siguiente temporada clasificó al Liverpool en puestos de Champions League y en la pasada temporada -2017/18- acabó como subcampeón de la Champions League luego de perder ante el Real Madrid. Es la segunda final consecutiva de Champions League para Jürgen Klopp y la tercera en el último lustro tras la derrota en 2013 cuando lideraba al Dortmund, precisamente en otro duelo nacional -en esta ocasión alemán- contra el Bayern Múnich. Además esta temporada ha finalizado segundo en la Premier League con unos números excelentes rozando la perfección (solo una derrota en todo el campeonato) pero insuficiente para salir campeón quedando a un punto del Manchester City. Comparando plantillas y posible once, Tottenham tendrá la duda de su estrella, capitán y goleador Harry Kane hasta el último momento. Christian Eriksen, Dele Alli, Son y Lucas Moura en un positivo estado de forma serán los encargados de la ofensiva de los Spurs. Del otro lado la ofensiva también es el potencial más peligroso con el trío formado por Firmino, Mané y Salah que suman 4 goles cada uno en la competición. Además el equipo de Anfield cuenta con las buenas sensaciones de Alexander-Arnold y Robertson en las bandas de una defensa liderada por Van Dijk, recientemente premiado como mejor jugador de la Premier League. Sin duda será un igualado encuentro entre dos equipos que se conocen, con proyectos aspirantes al título, magníficos entrenadores y una plantilla llena de talento y calidad.
CHELSEA v ARSENAL
Las posiciones en liga, con Chelsea tercero y Arsenal quinto, no reflejan el ambiente entre dos equipos que estrenan entrenador esta temporada. A Stamford Bridge llegó el italiano Maurizio Sarri para sustituir a su compatriota Antonio Conte y recuperar la lucha por el título pero fue insuficiente. En su llegada en agosto perdió la Supercopa ante el Manchester City y meses atrás repitió derrota ante el mismo rival en la final de la Copa de la Liga, un encuentro que nos dejó la famosa imagen de la discusión con Kepa que evidenció su falta de liderazgo en el vestuario. Tras una temporada con dos títulos perdidos, un escaso rendimiento liguero y la mala imagen mostrada, la Europa League luce como único consuelo. Los Blues no tienen derrotas en la competición y esperan mantenerse con ese récord tras la final en Bakú, para ello necesitarán a Giroud, máximo goleador de la competición. Kanté será el pulmón de un medio que probablemente tendrá la sensible ausencia de Loftus-Cheek tras lesionarse en un amistoso en Estados Unidos, mientras que el ataque será liderado por la estrella Hazard y podría ser su último partido con el Chelsea tras los rumores de salida. En el Emirates cerraron la etapa de Arsène Wenger tras 22 años en el club y encargaron a Unai Emery la reconstrucción del club. Sin éxito en las copas caseras y fuera de puestos de Champions League, vencer la Europa League es la única vía para volver al máximo escenario europeo. La temporada pasada quedaron eliminados en semifinales ante el Atlético de Madrid. Las buenas noticias para los Gunners es que su entrenador es el entrenador más exitoso de la Europa League: será la cuarta final de Europa League para Unai Emery que venció las tres otras de manera consecutiva con el Sevilla en 2014, 2015 y 2016. Una victoria en Bakú sería su cuarto título y le convertiría en el entrenador más exitoso en la historia de la competición en solitario, ahora comparte ese honor con Giovanni Trapattoni y Sven-Göran Eriksson con tres títulos cada uno. La final será especial para el portero Petr Čech que se retirará como profesional con el Arsenal y jugando contra su ex equipo, en Chelsea logró la fama durante 11 temporadas. El mismo número de temporadas que ha pasado Aaron Ramsey en el Arsenal que también se despedirá del club -se marcha a la Juventus- en la final de Bakú aunque desde la grada debido a una lesión. Özil será uno de los atractivos del encuentro aunque los focos se centrarán en la dupla de atacantes compuesta por Aubameyang y Lacazette que suman 13 goles en la competición.
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