Según el periodista del diario El País de Montevideo , los cocteles o tragos más pedidos son para Juan Gari
En Acqua, parador de la 19 de la Brava, un mozo se acerca a la barra y pide una caipirinha y un pisco-maracuyá. Cristian González, barman, mete en la licuadora hielo picado, jarabe de goma (azúcar líquida), pulpa de maracuyá, una medida de pisco y clara de huevo. "La clara le va a dar espuma", explica. Licúa la mezcla y sirve el resultado en un vaso bajo de base fina y copa redonda ancha. Le agrega unas gotas de Amargo de Angostura que quedan concentradas en la superficie de esta bebida dulce, suave y espumosa. "Pega", advierte González mientras prepara la caipi.
Esta mezcla de la fruta típica de Brasil y Paraguay (entre otros lugares) y la bebida peruana o chilena (depende del lado de esa frontera en el que se esté) es el trago más popular desde hace unos años en el parador. La llegada masiva a Punta de brasileros en las últimas temporadas (este año atenuada por la crisis en el país norteño) le dio un gran empuje a las bebidas con maracuyá.
La caipirinha y la caipiroska, clásicos veraniegos, también tienen su versión de esta fruta, muy requerida en cada uno de los bares visitados por El País.
"La gente busca tragos frutales. Frescos. Para tomar en la playa", grita sobre la música electrónica Emiliano, uno de los dos bartenders de Ovo Beach que trabajan a ritmo frenético en las últimas horas de la tarde, preparando un trago tras otro. Desde que abrió, en la temporada pasada, con su ubicación privilegiada sobre la playa frente al Conrad y una nutrida agenda de DJs, este parador se ha vuelto el epicentro de los sunsets en la península.
Del otro lado de la rambla, dentro del hotel, en el ambiente mucho más sereno de Ovo Day Club en las primeras horas de la noche, Ezequiel, el barman, cuenta que hasta el mojito es pedido con maracuyá. "Mojito con Jaggermeister y mojito-maracuyá", destaca.
Sin alcohol.
Los jugos y licuados sin alcohol son cada vez más populares y el verano y la playa dan el contexto ideal para degustarlos. La Barra se encuentra repleta de locales que ofrecen una amplísima variedad de gustos entre los que se destacan la maracuyá, el coco, las frutillas, el ananá y los limones o las limas.
Master House, ubicado sobre la calle principal, ofrece, un gran número de especialidades escritas en una enorme pared-pizarrón. El plus de este verano, dice Gonzalo, dueño del local, es la leche casera de coco, con la que se realizan licuados de todo tipo y color.
La leche de coco también es el ingrediente principal del jugo más pedido en Master House: el Tiburón blanco.
Esta bebida refrescante, sin azúcar pero con el punto justo de dulzura, es una combinación de la mencionada leche, con banana, canela y ananá. "Acá la gente está pidiendo mucho más tragos sin alcohol que con. Especialmente durante el día", dice Gonzalo. Otro de los jugos ya clásicos de cada temporada esteña y que puede encontrarse tanto en Master House como muchos otros bares es la limonada con menta. Algunos incluso la ofrecen una versión frozen.
Barras de autores.
Rochi, dueña de Moby Dick, muestra una carta de tragos en la que, de un lado, están los tradicionales, y, del otro, los tragos "de autor". Ese "autor" es Camilo, el barman. "Él inventa, nosotros probamos y damos el ok", dice con buena onda Rochi.
El gin, coinciden, es la bebida alcohólica que más se usa para los tragos en el que probablemente es el bar más popular del puerto de la península desde hace varios años. Es combinado con frutas y esencias: romero, menta, tomillo, pimientos. Para destacar, el Squeeze: un trago a base de ginebra con maracuyá, naranja y menta.
"Me baso en la coctelería clásica. No más de tres o cuatro ingredientes. Y luego trato de darle un toque distintivo", explica Camilo.
Para ese toque utiliza elementos como leche condensada u otros más caseros como una reducción de aceto balsámico y frutillas. "Los tragos, para el verano, tienen que tener frescor, dulzura y color", explica el barman. "Siempre por lo primero que entran es por la vista, después por el olfato y, finalmente, por el gusto".
Este tipo de tragos insignia son encontrados en muchos bares del Este. Emiliano, de Ovo Beach, sirve en un vaso con forma de cono invertido un trago celeste que llama la atención de algunos clientes que esperan a ser atendidos en la barra. Es "el" trago de la casa: lleva el nombre del parador. Los ingredientes: jengibre, lima, limón, curaçao blue y ginger ale sobre una base de vodka con mucho hielo.
La bebida destilada típica de Rusia es la estrella en Ovo Beach. Otro de los tragos propios más pedidos, el Asim voce me mata, también es con vodka, mango y frutos rojos.
"¡Hola!".
Camilo, de Moby Dick, dice que trata a los que se sientan a su barra como un afitrión. "Yo te digo Hola y no te atiendo hasta que no me digas Hola. En mi barra, vos te sentás, saludás y disfrutás de lo que hago", cuenta.
Moby Dick cuenta con algunos elementos que llaman la atención de los clientes y hace que vean a la barra no como un espacio para despachar vasos sino casi como un escenario con entretenimiento.
Entre la decoración con gorros y billetes de muchos lugares del mundo se encuentra un congelador de copas, que llama la atención de los presentes cuando se activa por el ruido de ducha a presión que hace y el vapor de CO2 que larga y deja las copas escarchadas.
Aunque Rochi cuenta que los tragos de autor son "la vedette" de la tarde y las primeras horas de la noche, al ser un bar/restorán que un poco después de las 12 se transforma en boliche con todas las letras, Camilo admite: "Llega una hora que los pedidos son todo whisky, whisky, whis-ky, fernet, fernet, fernet".
Y Rochi agrega: "Cerveza, cerveza, cerveza".
El té no es solo para las señoras a la tarde.
La moda de consumir té también se ha trasladado a Punta del Este, pero helado y mezclado con bebidas alcohólicas. En Ovo Day Club, Ezequiel cuenta que le sorprendió la cantidad de pedidos de Tea Tonic: gin tonic con té de frutos rojos. En Moby Dick usan té negro para darle un toque aromático a algunos tragos.
El europeo que llegó a Punta para quedarse.
Un par de veranos atrás, el Aperol Spritz fue la novedad para los barman de Punta del Este. "Todas las mujeres lo pedían", recuerda González, de Acqua. Este año, la bebida de origen italiano sigue vigente y es uno de los más pedidos en todos lados, mencionado por cada barman que habló con El País.