Ayer (19/02/2015) algunos medios dieron esta rocambolesca noticia: Rodrigo Rato, el exdirector del FMI, exministro de economía y expresidente de Bankia, demanda a una costurera y le reclama 380 euros por unos cojines que llevó a arreglar y al no haberlos pasado a recoger, tras unos cuantos meses, esta depositó en un contenedor de Caritas.
Por lo visto el señor Rato acudió a una tienda de arreglos de Gijón a pedir presupuesto para arreglar unos valiosos cojines, pero pareciéndole excesivamente caros los 20 euros que le pedían decidió dejarlo estar. Pero por lo visto se lo repensó y se presentó en la tienda en un momento que su propietaria se había ausentado, dejándolos en la puerta.
La costurera y propietaria del negocio al volver ahí los encontró y procedió a arreglarlos, pero los meses fueron pasando y los enormes cojines (de aproximadamente un metro de ancho por medio metro de alto) continuaban sin ser recogidos por lo que al final acabaron en Cáritas. Lo que ha motivado la demanda del señor Rato.
Una noticia absurda, pues absurda es la reacción del imputadísimo señor Rato por sus excesos y por haber ayudado a hundir con su mala gestión Bankia. Como alguien del poder adquisitivo de este señor, entre otras cosas por haberse aprovechado de su posición, puede ser tan roñoso como para cuestionar un presupuesto tan reducido cuando entre otras cosas se gastó en fruslerías más de 99.000 euros con las tarjetas Black de Caja Madrid y Bankia.
Un cargo de 3.547 euros el 27 de marzo de 2011 bajo el concepto “Venta bebidas alcohólicas”. 2.500 euros en una tienda “Bazar” el 11 de diciembre de 2010, días después de la creación de Bankia. Casi 1.500 euros en un billete de Spanair el 4 de septiembre de 2011.
Sin olvidarnos de las nada despreciables cantidades que el exdirector gerente del FMI sacaba de los cajeros. Al menos 17.000 euros extraídos de 1.000 en 1.000 euros durante su presidencia de Bankia. El último, el 5 de mayo de 2012, dos días antes de dimitir para dejar vía libre al rescate del Estado a la entidad.
También hizo un cargo por más de 2.000 euros en una agencia de viajes especializada en viajes de esquí el 3 de abril de 2010, cuando aún no existía Bankia y estaba como presidente de Caja Madrid. En esa época, se gastó más de 1.300 euros en una tienda de lámparas de diseño del madrileño barrio de Salamanca o más de 800 euros en una marisquería.
Hay algunos otros gastos menos singulares pero de menor cuantía, como en Loewe, donde se gastó casi 700 euros el 18 de diciembre de 2010, previsiblemente para un regalo de Navidad y a escasos días de estar al frente de Bankia. O en los famosos huevos estrellados de Casa Lucio, 350 euros. Las cifras aparecen tan pormenorizadas como taxis, farmacias, gasolina, etc. La visa de la caja siempre estaba preparada en la cartera del exvicepresidente económico.
También hay cargos por un total de 2.276 euros bajo el epígrafe de “Club, Salas, Fiesta, Pub, Discoteca”. Estos pagos se reparten a lo largo de cinco días consecutivos, entre el 23 y el 27 de febrero de 2011, y oscilan entre los 322 y los 464 euros.
De la época de Caja Madrid, Rato gastó un total de 44.200 euros y al frente de Bankia, 54.837 euros. Por lo tanto no sé si esta noticia debería titularla “los cojines de Rato” o igual hubiera sido más adecuada titularla “los cojones de Rato”.
MSNoferini