Paseo de los Colorados.
La sensación ni bien nos adentramos a este corto paseo es de paz y gratitud interior inmediata, por momentos en las sierras, por momentos en Marte y por otros en otra dimensión. Y es que su tierra y sus minerales invitan a uno a estar donde uno desea estar.
La imponente belleza de los cerros rojos del Paseo de Los Colorados es un recorrido obligado para todos. Se realiza en vehículo, o a pie. En vehículo de manera lenta por los transeúntes y para evitar afectar el ecosistema.
Se ingresa desde la entrada del pueblo, son 4 km y para peatones, existen caminos secundarios y cortadas.
Queda claro que es un paseo natural y por ende gratis, no basta con asombrarse y deleitarse con el cerro de los siete colores que con tan solo unos pasos más nos topamos con este camino de ensueño, un camino que bordea al de los 7 colores y que nos deja casi en el punto de partida al darle la vuelta. Es muy simple contarlo o verlo por fotos, hay solo que estar ahí para comprenderlo.
Coordenadas 23°44′00″S 65°29′00″O.
Al terminar la jornada antes de regresar al hotel podemos visitar la iglesia del pueblo. La Iglesia es de 1648 con un bello dintel en su puerta principal. Consagrada a Santa Rosa de Lima. Su fiesta patronal se celebra el 30 de agosto, cuenta con actos religiosos, sikuris, misachicos con acompañamiento de erkes y bombos. Fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1941.
Hotel recomendado, El Refugio de Coquena. A pasear y a disfrutar de esta sorpresa detrás de otra.