Los consensos del otro lado del muro

Publicado el 17 septiembre 2014 por Polikracia @polikracia

Escribir sobre ciertos temas en política siempre es controvertido e incluso arriesgado, durante años se han alojado en la conciencia colectiva de la población innumerables consensos que son inamovibles. Al tratar de  abordar desde  puntos de vista no oficiales o poner en cuestión estos acuerdos de una manera objetiva, recurrentemente uno cae en la indiferencia de su entorno y experimenta la soledad  de quien se atreve a salir del rebaño. Estas aceptaciones son muy variopintas y se repiten hasta la saciedad : “La Guerra Civil Española fue una batalla entre hermanos”, “Si a un empresario tiene muchas ganancias a su vez es positivo para el país por que genera puestos de trabajo”, “Todos los políticos son iguales”, “El Rey Juan Carlos salvó la democracia” “El Comunismo mató a 100 Millones de personas” y un largo etc.. Estas afirmaciones están tan arraigadas que pueden ser escuchadas en cualquier entorno, desde en una discusión de bar hasta en un acto académico.

Pero sin duda, uno de los temas más polémicos que generan encarnizadas y ruidosas discusiones es intentar salir de la versión oficial de los sistemas comunistas de la Europa oriental. Rápidamente en tu cabeza se cruzan imágenes e ideas rápidas: campos de trabajo, purgas masivas, policía del pensamiento, 1984, KGB, millones de personas muriendo en Siberia. Walter Benjamin un filósofo alemán de principios de Siglo XX acuño la célebre frase “La historia la escriben los vencedores” , no es casualidad que cada vez que uno piensa en la Europa del Este la imagen de miles de alemanes desesperados intentando saltar el muro se aloje en tu cabeza. Es lógico y racional, ya que los vencedores llevan escribiendo la historia desde que en 1991 desapareciese la Unión Soviética. Este artículo no es ni pretende ser una defensa a ultranza del modelo Soviético, solo intenta mirar desde una óptica diferente un tema tan polémico.

Desde que se desintegrara la URSS el bloque occidental estaba de enhorabuena ya que por fin después de 90 años el conocido como “el Miedo al rojo”, que tuvo como consecuencia la creación del estado del bienestar, había desaparecido. No es casualidad que las nuevas doctrinas  económicas como el neoliberalismo empezaran a ser hegemónicas en los años 90. Una vez ganada la guerra tocaba escribir la historia, y los vencedores se centraron en tres críticas al bloque del este : 1- Represión, 2-Burocratización ineficaz, 3- Corrupción. Estos temas no están seleccionados al azar ya que aparte de ser una crítica bastante acertada, son sin duda el talón de Aquiles de los sistemas comunistas, y donde además, la derecha se mueve como pez en el agua a la hora de deslegitimar cualquier intento de la izquierda de hacerse con el poder. Los vencedores utilizaron no solo libros de experimentados y famosos historiadores, a su vez pusieron en marcha a la industria cultural para enterrar la idea de que el socialismo real es posible. Innumerables películas de acción donde los malos son soviéticos malvados que quieren destruir el planeta, documentales y museos donde se reproduce constantemente el mismo patrón: Comunismo= represión+Burocratización+corrupción. Por poner un ejemplo en el museo del comunismo de Praga se puede observar afirmaciones del tipo: “Marx nunca tuvo en cuenta a los campesinos, y Lenin los odiaba de todo corazón”. Este tipo de consensos llegan al delirio en un país ex comunista como la república Checa donde la simbología comunista está prohibida en las instituciones, donde el Partido Comunista de Bohemia ha sufrido el intento de ser ilegalizado (su sección juvenil si lo está), y que tiene como símbolo dos cerecitas debido a la prohibición.

 El éxito de estos consensos tiene como resultado que la población no vaya más allá de la crítica fácil, ¿Por qué nunca te has preguntado cómo se vivían en estas ex repúblicas comunistas? ¿Dónde se vivía? ¿Qué se comían? ¿En que se trabajaba? O ¿Cómo es posible que un país semi feudal como Rusia acabara siendo una potencia mundial? Que estas preguntas sean difíciles de responder, e incluso difíciles de investigar son la consecuencia de un consenso prefabricado y reproducido por quienes ganaron la guerra fría.

Lo que jamás te contaron de lo que pasaba al este del muro es complicado de explicar hoy en día, debido a la inexistencia de cifras oficiales sumando el hermetismo que durante años definió al bloque oriental. Pero aun así se pueden sacar algunas conclusiones con pequeños datos que escapen a la versión oficial.

Uno de los estandartes de los países del este fue el empeño por alfabetizar a la población de forma masiva con el objetivo de reconstruir la sociedad después de la II Guerra mundial. En países como Polonia por ejemplo en los años 90 prácticamente el conjunto de la población de más de 15 años estaba alfabetizada, de hecho en la actualidad si preguntas a un polaco te confirma que la educación es gratuita a todos los niveles (Incluido niveles universitarios y post grado)  a diferencia de países como España donde una carrera cuesta 1.600 euros al año y un máster 4.000.  Si observamos el índice de alfabetización por país en la actualidad en un informe publicado en 2009 por programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, y hacemos un Top15 nos encontramos con una sorpresa:

País Tasa de Alfabetización Bloque este/Oeste

Georgia 100% ESTE

Groenlandia 100% OESTE

Luxemburgo 100% OESTE

Noruega 100% OESTE

Cuba 100% ESTE

Corea del Norte 100% ESTE

Estonia 99,7 ESTE

Letonia 99,7 ESTE

Barbados 99,7 ESTE

Eslovenia 99,7 ESTE

Bielorrusia 99,7 ESTE

Lituania 99,7 ESTE

Ucrania 99,7 ESTE

Armenia 99,7 ESTE

Rusia 99,5 ESTE

Hungria 99,4 ESTE

En la actualidad solo 3 de los 15 países con mayor tasa de alfabetización pertenecían al bloque occidental, a sabiendas de que es imposible llegar a este nivel de alfabetización en 20 años desde que cae la URSS es palpable la influencia del sistema de educación soviético y de la fuerte inversión que se realizo en llevar la educación a todos los rincones de cada país. Países del bloque occidental como Israel ,España, Grecia, Italia o Portugal se encuentran a su vez en posiciones muy inferiores.

Los datos en desigualdad también son reveladores si observamos el coeficiente Gini que mide la desigualdad siendo 0 el nivel máximo de igualdad y 1 el nivel mínimo de igualdad, podemos observar que las antiguas repúblicas de órbita comunista (a excepción de Rusia debido a un tema de mayor complejidad) se encuentran entre los países con menores desigualdades:

El coeficiente Gini demuestra como EE.UU que capitaneaba el bloque occidental es a su vez uno de los países del primer mundo con mayor desigualdad.

Otro de los temas que se suele esquivar al hablar de la Europa oriental son las políticas de vivienda. La República Democrática alemana es un ejemplo de cómo se reconstruyó una ciudad devastada por la guerra de tal forma que pudiese satisfacer las necesidades habitacionales de la población, y no la utilización de la vivienda como un elemento de especulación. Si uno pasea por la avenida Karl Marx en el centro de Berlín puede comprobar un ejemplo claro de la política de vivienda soviética observando gigantescos bloques de hormigón que daban cobijo a los berlineses del este. Estas edificaciones que se entregaban de forma gratuita disponían de dos habitaciones, un salón, una cocina, un baño, un trastero y una terraza, el sueño de los miles de desahuciados que hay en el sur de Europa actualmente. Hoy en día en el museo de la RDA en Berlín hay una recreación de este tipo de viviendas familiares  donde se puede observa el número de casas construidas en la RDA.

Construcción de Viviendas

1971 1980 1984

Total de Viviendas 86.777 169.223 207.034

Nuevas 65.021 120.206 121.654

Modernizadas 21.756 499.017 85.380

Uno de los paladines de la represión comunista siempre fue el muro de Berlín que dividía el mundo en dos partes, en dos ideologías completamente opuestas. Son célebres y famosas las huidas a través del muro a la zona occidental, pero nunca te cuentan que pasaba una vez que salías al mundo del libre mercado. Tirando de hemeroteca encontramos un artículo del periódico no precisamente sospechoso de Comunista El País escrito en 1985 donde se relata la situación de los que emigraron a la zona capitalista, y donde se describe literalmente los siguientes casos :

El periódico se refiere a ciudadanos de la RDA que emigraron legalmente a la RFA, unos 40.000 el año pasado, y ahora, decepcionados del capitalismo real, quieren regresar a la Alemania del Este. Asegura que más de 20.000 desean volver.

En una entrevista con un periódico de Colonia, el emigrante Klaus Winkler dice de la RFA: “Aquí uno se vuelve realmente comunista”, y critica a una sociedad en la que sólo cuenta la productividad “y se progresa a base de los codos”.

Reinhard Oehme, 44 años, llegó a la RFA con su mujer, Martina, de 28 años, y un hijo de un año. En la RDA, Oehme trabajaba de conductor, y su mujer, en la preparación de datos cibernéticos. En el año de residencia en la RFA, el conductor sólo trabajó tres meses, y su mujer encontró una ocupación muy por debajo de su preparación profesional. Ahora quieren regresar a la RDA.

( Artículo http://elpais.com/m/diario/1985/03/09/internacional/479170821_850215.html)

Actualmente se tiene la imagen de que la desintegración del bloque del este tuvo un apoyo masivo por todos los sectores de la población desengañados con el modelo comunista y sus ineficacias, se suele citar la primavera de Praga, los movimientos tanto en Hungría como en Polonia y el golpe de estado de Boris Yelsin como las causas de la desintegración.  Pero nunca se tiene en cuenta el referéndum que el 17 de marzo de 1991 se realizó en todas las repúblicas de la órbita socialista, esta consulta incluía la siguiente pregunta:

«¿Usted considera necesaria la preservación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas como una federación renovada de repúblicas soberanas iguales en la que serán garantizados plenamente los derechos y la libertad de un individuo de cualquier nacionalidad?»

El resultado fue cuanto menos significativo, a pesar de que en países como en Lituania, Letonia, Estonia, Armenia y Georgia se boicoteo la votación, el 77.8% de los ciudadanos de la URSS votaron a favor de preservar la Unión de Repúblicas. Por otro lado el 22.2% de los integrantes de la URSS votaron en contra de la preservación del modelo de estado. Un referéndum donde la participación ascendió a un 80%

Alternancia VOTOS %

A Favor 113,512,812 77,8

En Contra 32,303,977 22,2

Votos en blanco o nulos 2,757,817 -

TOTAL 148,574,606 100

PARTICIPACIÓN 185,647,355 80.0

FUENTE:NOHLEN & STÖVER

Estos datos intentan contrastar  los consensos establecidos y arrojar luz sobre los temas de los que jamás se habla cuando se hace referencia a la Europa del este, son estos consensos los hacen efectivo que la derecha internacional haya ganado la batalla ideológica a la izquierda. Una batalla que supone que gobiernos socialdemócratas como el del Partido Socialista Unificado de Venezuela sean tachados como la reencarnación de Stalin en la tierra. La derecha opera muy bien en estos términos ya que a la mínima proposición de medidas izquierdistas vaticinan la vuelta a los Gulag y al comunismo genocida.